Esta semana ya os contábamos el último movimiento de Volvo hacia el coche autónomo. Volvo se ha aliado con Ericsson para proveer a sus coches de conexiones de datos con suficiente calidad, y estabilidad, como para reproducir vídeo en streaming de alta definición. La excusa, en principio, no era otra que la de amenizar los viajes de sus clientes, que ya no necesitarán conducir, con la visualización de películas, o sus series favoritas. La realidad, a nuestro juicio, la necesidad de los coches autónomos y conectados de manejar ingentes volúmenes de datos, y de transferirlos en tiempo real, y sin cortes, a la «nube». ¿Pero cómo se transforma en unos segundos un Volvo en una sala de cine? Seguro que tras verlo en este vídeo acabarás deseando tener un coche sin conductor.
En Volvo son conscientes de que todo aquel que se compre un coche, sea autónomo o no, quiere tener un volante, tomar los mandos y conducir. En cualquier caso, llegará un momento en que querrá delegar la conducción en la tecnología de su coche. Para ello contará con un sistema, con una columna de la dirección telescópica, que esconderá o plegará el volante. El salpicadero desplegará una enorme pantalla, los asientos se retrasarán, y podrá disfrutar de una película, o su serie favorita, mientras descansa en un habitáculo digno de un vuelo en primera clase.
Fuente: Volvo
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