El BMW i3 ha sido uno de los coches eléctricos más originales del mercado. Por concepto, la propia idea de un BMW de corte urbano y premium ya resulta curiosa, pero su ejecución lo fue aun más: puertas suicidas, materiales exóticos o ruedas muy finas son algunas de sus peculiaridades. Ya no está a la venta, pero existió un i3s con 184 CV de potencia y una puesta a punto algo más deportiva. Y claro, a alguien se le ha ocurrido dar una vuelta «a fuego» con un i3s en el Nürburgring Nordschleife. El resultado podría sorprenderte.
Sobre el papel, el BMW i3s es un coche relativamente rápido. Tiene un 0 a 100 km/h de solo 6,9 segundos y con un peso apenas superior a los 1.350 kilos, es un coche de corte dinámico. Sobre e papel, debería ser capaz de hacer un tiempo inferior a los nueve minutos por vuelta. Y sin embargo, el tiempo en Nürburgring ha sido idéntico al de Sabine Schmitz… con una Ford Transit diésel de carga. El tiempo de vuelta, con un piloto experto a sus mandos, ha sido de 10:08 en configuración BTG (Bridge to Gantry).
Un coche como un Skoda Octavia RS con motor diésel es minuto y medio más rápido, sin ir más lejos. El principal motivo es que a apenas 1,5 km de empezar a rodar fuerte, la potencia del coche merma de forma muy considerable – pierde la mitad de su potencia, según el piloto. Esta merma implica menos velocidad punta, y velocidades muy modestas en las subidas. A ello se une que no es posible atacar los pianos, a causa de lo estrechos de sus neumáticos. El consumo, como es completamente lógico, se disparó hasta los 41 kWh/100 km.
Fotos del BMW i3s