Es el lobo con piel de cordero por excelencia, un coche familiar con 6 plazas y 510 CV, más raro que el Ferrari Enzo y que compartió V8 con un legendario superdeportivo
Lo confieso: me da mucha rabia que la era de coches absurdos, sin sentido pero indudablemente encantadores haya terminado. Especialmente porque eso implica que ya no volveremos a ver creaciones tan fascinantes como el Mercedes-AMG R 63. O lo que es lo mismo, un monovolumen de 6 plazas y 510 CV procedentes de un V8 de 6.2 litros atmosférico con el que fantaseo en reiteradas ocasiones y busco en los portales de segunda mano. Es más raro que un F