Saab fue un fabricante de automóviles sueco fundado en 1945 que desapareció en el año 2012. Su sede estaba situada en la localidad de Trollhättan, Suecia, y el último modelo producido fue el Saab 9-5.
Su última etapa como fabricante, la más convulsa de su historia, arranca en la plena pertenencia a General Motors de 2000 a 2010. Tras la crisis económica y financiera de EE.UU. en 2008, GM se embarcó en una reestructuración del grupo y comenzó la ronda de contactos para vender Saab al mejor postor. Pese a que fueron muchos los interesados, entre ellos marcas como Koenigsegg, finalmente Saab fue forzada a llegar a la quiebra tras una pugna entre GM, Spyker, grupos de inversión y diferentes fabricantes chinos que jamás terminaron por consolidar un acuerdo que salvara a Saab y que contentara a la todavía propietaria General Motors.
La situación se alargó hasta el año 2012 diluyendo todos los activos de la marca, momento en el que los restos de Saab Automobile AB, así como sus filiales Saab Automobile Powertrain AB y Saab Automobile Tools AB y la planta de producción de la Saab fueron adquiridas por una firma inversora china llamada National Electric Vehicle Sweden (NEVS).
La entrada de NEVS en escena se produjo con la confirmación de la reestructuración de Saab, el aprovechamiento de sus tecnologías y la apuesta por el lanzamiento de coches eléctricos empleando las plataformas y carrocerías ahora en propiedad de NEVS. Aunque en 2013 se reabrió la fábrica y se comenzó la producción de los primeros modelos, con motor gasolina, la producción fue paralizada pocos meses después. Pasado el tiempo NEVS confirmó en 2016 que no seguiría usando la imagen de Saab, sus logotipos o sus denominaciones, emplazando al año 2017 como el momento en el que lanzaría un nuevo modelo con la denominación NEVS.