El BMW XM es un SUV del segmento F fabricado por BMW desde 2023. El BMW XM se caracteriza por un aspecto poco convencional, casi futurista, así como por un altísimo nivel de prestaciones y de acabados interiores. Puede tener dos potencias, aunque el sistema de propulsión, híbrido enchufable, siempre es el mismo. También destaca por ser el primer modelo original y exclusivo de BMW M desde el M1 lanzando en 1978 y, de momento, por tratarse del único de la división deportiva que es PHEV y SUV. Se construye en la planta que BMW posee en Spartanburg, Carolina del Sur, Estados Unidos de América.
Entre los rivales directos del BMW XM se encuentran pocas alternativas, la totalidad pertenecen a marcas de lujo y prácticamente ninguna es equivalente por concepto y técnica de impulsión. El más parecido es el Porsche Cayenne. Más lejos pueden ser considerados el Lamborghini Urus, el Aston Martin DBX o el Range Rover Sport.
Diseño del BMW XM
La apariencia del BMW XM es muy moderna y cuanto menos extraña. En el frontal hay un parachoques grande, aristado y agresivo en el que se inserta una enorme parrilla doble y unos faros completamente de LED divididos en dos secciones, encargándose la inferior de la iluminación principal. El capó cuenta con varias prominencias o relieves.
La vista lateral se distingue por unas llantas de hasta 23”, así como por una línea de techo descendente y una línea de cintura ascendente que crean mucho espacio entre el paso de rueda trasero, el pilar C y la ventanilla posterior. Detrás existen unos pilotos oscurecidos muy estilizados y un difusor con cuatro salidas de escape verticales.
Con 5,11 metros de largo, 2,01 de ancho y 1,76 de alto, el XM es el segundo SUV más grande de BMW por detrás del X7, que tiene siete plazas en lugar de sólo cinco como en este caso. Al compartir plataforma, sus batallas (distancia entre ejes) son idénticas, con 3,11 m en ambos casos. Ello garantiza mucho espacio interior.
Motores del BMW XM
Esencialmente, el BMW XM es un vehículo híbrido enchufable. Aunque cuenta con dos niveles de potencia, su sistema de propulsión siempre queda compuesto por un motor V8 4.4 biturbo de gasolina al que acompaña uno eléctrico. Los dos se instalan en posición delantera longitudinal y se asocian a tracción total y transmisión automática.
El XM estándar desarrolla 653 CV, mientras que el XM Label Red (serie limitada) rinde 748 CV. Las diferencias en estas entregas se deben a algunos cambios, eminentemente de gestión electrónica, sobre el propulsor térmico, que pasa de 489 CV a 585 CV en la versión tope de gama. El eléctrico siempre ofrece 197 CV.
Pese a sus 2,8 toneladas de masa en orden de marcha, el BMW XM acelera de 0 a 100 km/h en un mínimo de 3,8 segundos (4,3 el “normal”) y alcanza una velocidad punta de 250 km/h. La batería, que tiene una capacidad neta de 26 kWh, se recarga a 7 kW en CA y permite recorrer 81 km por carga, lo cual concede la etiqueta 0 de la DGT.
Interior del BMW XM
El habitáculo del BMW XM sigue los cánones de diseño y utilización de materiales que ya han sido vistos en algunos de los últimos modelos de la firma bávara como el iX o el i7. Dispone, por tanto, de un ambiente muy tecnológico y sofisticado que combina a la perfección con una calidad constructiva de primer nivel.
La habitabilidad resulta excelente en las dos filas de asientos, si bien la altura de las plazas posteriores se ha sacrificado un poco en pos del diseño. Con todo, se trata de una cabina amplia donde se ha cuidado mucho el detalle y que cuenta con todo lujo de amenidades con independencia del lugar en el que se pretenda viajar.
Tratándose del BMW de producción más potente de la historia y siendo un automóvil de alta gama, lleva un equipamiento al que no le falta de nada (y si se da el caso, se puede añadir opcionalmente e incluso personalizar). Aquí dentro se disfruta de lo último en multimedia (la pantalla central tiene 15”), seguridad activa y confort.