El Mitsubishi Montero es uno de esos pocos todoterrenos puros que quedan. La actual generación tiene una apariencia refinada, digna del centro de una gran ciudad, pero no ha perdido ni el espíritu ni las cualidades camperas. Su motor turbodiésel 3.2 DI-D de más potencia y par que nunca, es ideal tanto para campo como para mejorar sus prestaciones en carretera.
Un propulsor a la antigua usanza
Este cuatro cilindros en línea con tecnología common-rail entrega 190 CV y un par máximo muy aprovechable, 441 Nm. A pesar de ser un 25% más potente que el 3.2 DI-D de 160 CV, Mitsubishi promete consumos más ajustados, dentro del apetito por el gasóleo de un todoterreno como este. Asociado a una caja de cambios automática de cinco velocidades el consumo homologado en ciclo combinado baja hasta los 9.3 l/100 km. Las emisiones de CO2se reducen desde los 244 hasta los 224 g/km.
Además, para todos aquellos que suelen usar remolques pesados, la capacidad de arrastre del Montero tres puertas aumenta hasta los 3.000 kg y hasta los 3.500 kg en el cinco puertas de batalla larga, desde los 2.800 y 3.300 kg respectivamente.
Su interior es refinado pero muy clásico
Ya hablando de comodidades, el parabrisas tiene un mayor espesor, así como los aislantes del habitáculo, ofreciendo una conducción más silenciosa. Las llantas de 17 y 18 pulgadas reciben nuevos diseños y el sistema de infotainment Mitsubishi Multi Communication System (MMCS) se actualiza con un nuevo disco duro de 40 gigabytes. Los principales competidores del Montero son el Toyota Land Cruiser, el Land Rover Discovery o el SsangYong Kyron.