El Renault Zoe es un utilitario 100% eléctrico (no disponible con motores de combustión interna), del segmento B, fabricado por Renault desde principios de 2013. Actualmente se comercializa su tercera generación, presentada en 2019 con una batería de 52 kWh de capacidad, con la que su autonomía según ciclo WLTP es de 390 km. El Renault Zoe se fabrica en la factoría de Flins, Francia, en la misma línea de producción que el Renault Clio.
Entre los vehículos eléctricos, algunos de los principales rivales del Renault Zoe son otros utilitarios como el Honda e, el Opel Corsa-e o el Peugeot e-208.
Diseño exterior del Renault Zoe:
Aunque ha ido recibiendo novedades estéticas con el paso de los años, la última generación del Renault Zoe apenas presenta cambios respecto a sus predecesores, con una calandra delantera rediseñada, así como pequeños retoques a la ópticas, mucho más afiladas. El paragolpes muestra una imagen ligeramente más agresiva,con cambios en la parrilla y entradas de aire en los laterales en las que se sitúan los antiniebla.
La silueta apenas ha recibido modificaciones con el paso con el paso de los años, en unas formas tradicionales para un utilitarios y con detalles como los tiradores de las puertas traseras ocultos o la toma de recarga invisible tras el logotipo del rombo del frontal. En la parte trasera, los pilotos LED dan un aspecto al Renault Zoe claramente diferenciado respecto a la segunda generación.
Estamos hablando de un diseño muy marcado en unas dimensiones pequeñas, siendo el Zoe un coche de 4,08 metros de largo, 1,78 de ancho y 1,56 de alto.
Motores del Renault Zoe
El Renault Zoe hace uso de mecánicas 100% eléctricas, dejando atrás cualquiera otra fuente de energía. Así, nos encontramos con dos opciones para dar vida al utilitario francés, las cuales parten de una misma batería pero varían ligeramente en potencia.
De esta manera, la versión de acceso del Renault Zoe recurre a una batería de 50 kWh que alimenta a un motor de 110 CV y 225 Nm de par. El 0 a 100 ocurre en 11,4 segundos y la velocidad punta es de 135 km/h. Pero el dato más importante aquí es el de la autonomía, pudiendo recorrer un total de 390 kilómetros.
En caso de optar por la mecánica más potente, nos encontramos con esa misma batería de 50 kWh pero con una potencia aumentada hasta los 135 CV y 245 Nm de par, cifras que permiten reducir el 0 a 100 hasta los 9,5 segundos y aumentar la velocidad máxima hasta los 140 km/h. Lo mejor es que, según el ciclo WLTP, esta variante del Zoe apenas pierde autonomía, dejándola en 389 kilómetros.
Diseño interior del Renault Zoe
El Renault Zoe ofrece una instrumentación digital con pantalla de 10 pulgadas, configurable para mostrar la información de viaje o el estado de la carga, sino también las instrucciones de navegación. El salpicadero puede estar recubierto en símil de cuero o tela, y en en el centro todo el protagonismo ocupado por la pantalla de 9,3 pulgadas, en posición vertical y más integrado. El equipo de infotainment R-Link de última generación es compatible tanto con Apple CarPlay como con Android Auto.
Así, nos encontramos con un interior tecnológico pero que no renuncia a los mandos físicos, dejándolo así patente el sistema de climatización, que está separado de la pantalla. A ello debemos sumarle unos ajustes correctos, aunque el material predominante es el plástico.
Y aunque bien es cierto que el Renault Zoe es un coche de carácter urbano, cuenta con un maletero de 338 litros, capacidad más que de sobra para cubrir nuestros quehaceres diarios o transportar el equipaje de tres o cuatro personas sin demasiados inconvenientes.
¿Cómo va dinámicamente el Renault Zoe?
En Diariomotor hemos tenido la oportunidad de probar el Renault Zoe. Se trata de un vehículo con un claro enfoque urbano, condición de la que dan constancia elementos como la dirección o la suspensión, que ofrecen siempre un tarado blando y un peso adecuado, aunque eso sí, sin transmitir demasiado de lo que sucede en el asfalto.
No obstante, el eléctrico francés no tiene un mal comportamiento, algo que consigue, en parte, gracias a su bajo centro de gravedad. Y tampoco es un mal coche eléctrico, logrando cubrir distancias con una sola carga más que suficientes para el día a día en ciudad.
