El Subaru BRZ es un deportivo de cuatro plazas, fabricado por Subaru desde 2012. Actualmente se comercializa la segunda generación, presentada en 2020. Sin embargo, esta segunda generación no se vende en Europa, debido a la restricciones de emisiones. El Subaru BRZ se caracteriza por ser uno de los deportivos más puristas y «vieja escuela» del mercado, gracias a su motor atmosférico, su cambio manual y su tracción trasera. Ha sido desarrollado por Toyota y Subaru como parte de un acuerdo de cooperación y ahorro de costes. Se fabrica en la planta de Subaru de Gunma (Japón).
Entre los deportivos baratos que aspiran a rivalizar con el Subaru BRZ nos encontramos con otros modelos como el Mazda MX-5, el Nissan 370Z o el Toyota GT 86.
Diseño exterior e interior del Subaru BRZ
El Subaru BRZ tiene unas proporciones muy deportivas, con un largo capó, un habitáculo retrasado y voladizos cortos. Es un coche de diseño muy japonés, deportivo y con carácter, pero sin demasiada agresividad visual. Se puede encargar en el mismo color azul de los Subaru WRX STI, uno de los modelos fetiche de la marca japonesa. Su segunda generación ha suavizado sus rasgos, con ópticas de mayor tamaño y un capó diseñado para proteger más a los peatones en caso de atropello. En cualquier caso, sigue siendo un coche evolucionario, muy similar a su primera generación.
Su interior es deportivo, enfocado en la conducción más que en la practicidad. Sus acabados y ajustes son correctos y sus plazas traseras son muy pequeñas, incluso para niños. Como diferencias con respecto a su homólogo en Toyota podríamos citar detalles mínimos en su tapicería, un acabado diferente para los controles del climatizador o una instrumentación diferente, que de serie es digital y de aspecto muy simple.
Motor del Subaru BRZ
El corazón del Subaru BRZ es un motor bóxer de 2,4 litros y cuatro cilindros, basado en el de un Subaru Ascent. Es un motor atmosférico capaz de superar las 7.000 rpm. El bloque motor es de desarrollo por Subaru, mientras que Toyota aporta a la ecuación el sistema de inyección D-4S – una combinación de inyección directa e indirecta. Desarrolla 230 CV a 7.000 rpm y unos sanos 250 Nm de par motor a solo 3.500 rpm.
Aunque es un motor que respira mejor en la parte alta del cuentavueltas y tiene una respuesta modesta a bajo régimen, su aumento de cilindrada le da mejores bajos que su primera generación. Con todo, es una fórmula antagónica a la de los actuales motores turbo, plenos en la parte baja y media del cuentavueltas.
Es tracción trasera y su motor está asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones. Se ofrece con cambio automático opcional – perdiendo esta versión el atractivo purista y analógico del coche. En su eje trasero monta un diferencial de deslizamiento limitado, que mejora el paso por curva.
Gracias a un peso en orden de marcha de solamente 1.276 kilos, y a falta de probarlo, el Subaru BRZ se debería sentir ligero y extremadamente ágil. Con un centro de gravedad extremadamente bajo y un reparto de pesos casi perfecto (53:47), solo es 7 kilos más pesado que su primera generación. De su primera generación nos quedamos con una dirección precisa, con un peso perfecto y con una caja de cambios de recorridos cortos, duros y precisos. El Subaru BRZ es un coche como pocos quedan, que nos empuja a ser mejores conductores, estirando el motor hasta su zona roja, practicando un punta-tacón perfecto en reducciones.
