McLaren renueva su superdeportivo de referencia, el McLaren 720S. Tras ser lanzado en el año 2017 y haber evolucionado su receta hasta dar vida a la versión 765LT, ahora es el momento de estrenar su primera gran actualización, una revisión completa del modelo que se llamará McLaren 750S y que esconde la intención de llevar lo mejor de las versiones Long Tail a un concepto de superdeportivo algo menos radical, pero igual de rápido y efectivo.
Convertido en uno de los rivales a batir dentro de su categoría, el McLaren 720S estrena su primera gran revisión apoyándose en los avances vistos en otros modelos de la marca como el 765LT o el mismísimo Senna, dando así vida a un 750S que promete mejorar no sólo en prestaciones, sino también en comportamiento.
McLaren 720S
Estéticamente los cambios son comedidos, aunque reconocibles. Se han rediseñado los paragolpes, tanto para mejorar la refrigeración como la aerodinámica, también son nuevas las llantas de aleación y, como elemento más característico, ahora encontramos una salida de escape central en la parte alta del paragolpes trasero, emulando así al diseño empleado en su momento por el P1.
En el interior se ha revisado el puesto de conducción para integrar el nuevo cockpit empleado por el Artura, esto se traduce en una mejora de la ergonomía y un mejor acceso a las funciones de gestión del grupo motopropulsor, el chasis y la aerodinámica. También se ha revisado la dirección electrohidráulica para ofrecer un mejor tacto de conducción, algo donde ya la serie 720S era toda una referencia.
Desde el punto de vista técnico, el McLaren 750S estrena una nueva evolución del propulsor 4.0 V8 Twin-Turbo que eleva la potencia hasta los 750 CV y el par máximo hasta los 800 Nm, añadiendo así 30 CV y 30 Nm extra frente al 720S. La transmisión automática se mantiene, siendo de doble embrague y 7 relaciones para enviar toda la potencia al eje trasero. Sí que es nueva la suspensión, estrenando la tercera generación del sistema de amortiguadores interconectados PCC III y combinándose con un nuevo sistema de elevación del tren delantero que ahora requiere 4 segundos para su accionamiento completo.
Del mismo modo, ahora se emplea un equipo de frenos carbocerámico diseñado específicamente para el uso en circuito y que está derivado del Senna, un equipo que se caracteriza por emplear discos delanteros de 390 mm y pinzas monobloque de 6 pistones para asegurar una mayor resistencia y potencia de frenado en condiciones de uso extremo. Este set se combina con unos neumáticos Pirelli P ZERO™ Trofeo R. Con todo, McLaren también ha conseguido reducir el peso del 750S en 30 Kg con respecto a su antecesor, consiguiendo un peso en vacío de 1.277 Kg, 1.389 Kg en orden de marcha.
En prestaciones, el McLaren 750S declara un 0-100 Km/h en 2,8 segundos, un 0-200 Km/h de 7,2 segundos (7,3 en el 750S Spider) y una velocidad punta de 332 Km/h. En el caso de optar por la versión descapotable, el McLaren 750S Spider, podremos descubrir su techo en un tiempo de 11 segundos, pudiendo realizar esta maniobra en movimiento a velocidades de hasta 50 Km/h. Esta carrocería es sólo 49 Kg más pesada que el coupé.
