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Una de las operaciones de mantenimiento más costosas en nuestros coches es el cambio de neumáticos, aún más en los vehículos de nueva factura que apuestan por gigantescas llantas de 18 pulgadas movidas por un pequeño propulsor de 90 CV tan solo por eso de la estética, por no hablar de los SUVs. Así pues, es habitual que cada vez más conductores se planteen adquirir sus «nuevos neumáticos» de segunda mano para ahorrar un dinero, pero ¿son seguros? ¿Realmente compensa? Te lo contamos a continuación.
El auge de los neumáticos de ocasión
El auge de la compra-venta de neumáticos de segunda mano se remonta a la reciente crisis económica que vivimos allá por el año 2008, un periodo en el que casi todo hijo de vecino, debido a los fructíferos años previos, podían pasearse en su BMW 330i, Porsche Cayenne o Mercedes CLS, pero que cuando llegó el momento de cambiar los neumáticos en plena recesión se vieron abocados a encontrar una nueva alternativa en el mercado de ocasión. Obviamente, este caso es el más extremo de todos, ya que por desgracias también existían muchas familias que a consecuencias de esa situación económica también recurrieron a esta opción.
No obstante, la tendencia de comprar los neumáticos de ocasión ya quedaría implantada, y no ha desaparecido, en parte gracias al uso de las diferentes aplicaciones y portales de compra-venta, y también porque muchos talleres han encontrado en ello otro negocio más, esperándose un segundo repunte a consecuencias de la actual crisis económico-sanitaria del COVID-19. Aún así, me consta que la gran mayoría de los integrantes de ese gremio sólo monta neumáticos usados si los aporta el cliente, y tras informarle de las consecuencias y riesgo de ello.
Pero, ¿de dónde proceden esos neumáticos usados? Es la pregunta del millón, ya que toda lógica nos hace pensar que la gente los sustituye por desgaste, y que por tanto no son útiles. Pues bien, el grueso de ellos viene de Alemania, Francia u Holanda, tratándose de gomas con unos 25.000 km de vehículos de renting que ostentan cambio anual incluido en su cuota. Los demás orígenes los tenemos en alguien que haya sufrido un rebentón o bordillazo y que cambió como indica la ley los dos neumáticos del eje, desechando uno aún con vida, en gente que adquieren unas nuevas llantas o directamente de siniestros o vehículos achatarrados.
Ventajas de los neumáticos de segunda mano
El principal argumento a favor de la compra de neumáticos de ocasión es su menor precio de entrada, argumento que gana enteros cuando se trata de neumáticos de generosas dimensiones donde un ahorro del 50 % puede suponer perfectamente 300 euros por juego completo. Siguiendo esta misma tesis, hay quien prefiere gastar una determinada cantidad de dinero en unos neumáticos usados pero de una marca de prestigio a comprar unos cuyo fabricante es totalmente desconocido o recauchutados.
Por otro lado, aprovechar unos neumáticos que aún tienen vida útil es lo más respetuoso de cara al medioambiente, pues la mayoría de ellos suelen acabar en vertederos esperando una segunda vida para ser reciclados como componentes en hormigones asfálticos o en las típicas protecciones de caucho que nos encontramos en el suelo de los parques infantiles, pero también es posible que su postprocesado no sea el debido (sólo basta recordar el incendio de Seseña). Finalmente, hay quienes dicen que los montan porque los van a usar poco o para ese coche de veinte años que tienen en el pueblo.
Inconvenientes de los neumáticos de segunda mano
No obstante, y a pesar de que todos los argumentos anteriores a favor de los neumáticos usados son ciertos, no debemos perder que se tratan del único punto de contacto entre nuestro coche y la carretera, y que por ellos pasan todas las prestaciones del mismo, desde la aceleración, paso por curva, frenado o adherencia en mojado, incluso consumo de combustible y sonoridad. Por tanto, el buen estado de los mismos es fundamental, por lo que si desconoces la procedencias de esos neumáticos de ocasión o no te ofrecen una garantía seria descarta su compra.
En esa misma línea, incluso encontrándose en perfecto estado aparente, y sin haber sufrido ningún tipo de maltrato (accidente, bordillazo…) es posible que exista algún defecto interno en su carcasa y que sea imposible de localizar, además de que poseen una menor vida útil, lo cual deriva en visitas más frecuentes al taller para montar un nuevo juego con sus correspondientes gastos fijos en montaje y equilibrado, sin olvidar otras operaciones relacionadas como permutarlos de ejes o alineación.
¿Son realmente más baratos?
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) publicó recientemente un estudio en el que comparaba el coste real de adquirir unos neumáticos usados en comparación con sus equivalentes nuevos más allá de la inversión inicial. Para ello, debemos tener presente que un dibujo nuevo presenta una profundidad de unos 8 mm, y que el mínimo legal es de 1,6 mm, siendo lo recomendable sustituirlos cuando se sobrepase la barrera de los 3 mm. Así pues, compraron tres neumáticos diferentes para comparar el precio de mm útil de uso:
• Firestone 185/65 R 15 H: el precio nuevo total fue de 67 €, lo que supone 10,5 €/mm, frente a los 60 € con 6,5 mm de dibujo total (12,2 €/mm).
• Michelin 205/55 R 16 V: el precio nuevo total fue de 85 €, lo que supone 13,3 €/mm, frente a los 45 € con 5 mm de dibujo total (13,2 €/mm).
• Pirelli 245/45 R 17: el precio nuevo total fue de 130 €, lo que supone 20 €/mm, frente a los 50 € con 4 mm de dibujo total (21 €/mm).
Como podemos ver, en la práctica sale más rentable comprar los neumáticos nuevos, todo ello sin tener en cuenta, como hemos comentado líneas más arriba, que equipar a nuestro coche con unos usados supone un incremento de las visitas al taller, siendo el gasto de montaje y equilibrado el doble a igualdad de distancia recorrida.
Consejos para comprar neumáticos de ocasión
Finalmente, si te decides por comprar tus siguientes neumáticos en el mercado de ocasión, te presentamos algunos consejos a tener en cuenta:
• Comprueba la fecha de fabricación de los neumáticos, descartando aquellos que tengan una antigüedad superior a los cuatro años. Esta aparece marcada en el flanco del mismo en forma de un número de cuatro dígitos (SSAA), donde los dos primeros hacen referencia a la semana y el segundo al año en el que fueron fabricados.
• Lleva a cabo una inspección visual lo más exhaustiva posible, intentando detectar cualquier defecto como una raja o corte, una abolladura en la carcasa del mismo o cualquier otro signo de desgaste irregular. Asimismo, que no se te olvide verificar que su dibujo tienen una profundidad superior a los 1,6 mm del mínimo legal, siendo lo ideal que al comprarlos cuentes con unos 4 mm.
• Tampoco está de más verificar que se trata de la medida correcta para nuestro coche, sin olvidar el índice de carga y código de velocidad, valores que también deben ser los mismos en cada eje. Por otro lado, presta atención si se tratan de neumáticos de verano o de invierno, ya que dada su habitual procedencia de países del norte de Europa es común que sean los preparados para la estación invernal.
• Por último, intenta equipar a cada eje con neumáticos lo más similares posible en desgate, estado y antigüedad, siendo lo ideal que provengan del mismo eje del anterior vehículo.
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