Contenido
El alternador del coche es una de las piezas clave en su correcto funcionamiento. Se encarga de convertir la energía mecánica del motor en energía para sus sistemas eléctricos (ver artículo: ¿qué es un alternador?). Con un alternador estropeado la batería no se recargará, el coche podría no arrancar y muchos de sus sistemas esenciales – como la iluminación o la climatización – no funcionarán. En coches modernos, lo mismo ocurrirá con todos los sistemas que dependan de la electrónica – que hoy por hoy son prácticamente todos. En este artículo te vamos a enseñar los síntomas de que el alternador de tu coche está fallando o está averiado.
El testigo de batería o carga encendido
Como siempre, las condiciones particulares pueden variar mucho de coche a coche, pero uno de los síntomas más obvios es que se enciende un testigo en el cuadro de instrumentos. Este testigo puede tener la forma de una batería y el color rojo, o puede variar: algunos coches lo etiquetan como «ALT», o «GEN», mientras que otros pueden dar un fallo genérico o usar otro testigo. En cualquier caso, es señal de que algo va mal. Este primer aviso puede ser intermitente, y aparecer cuando activamos sistemas del coche que consumen mucha energía, como los faros o los limpiaparabrisas.
Funcionamiento lento de algunos elementos eléctricos
Cuando un alternador no funciona bien, no genera el voltaje – o la intensidad de corriente – adecuado para suministrar energía a los sistemas eléctricos del coche. Algunos de ellos pueden funcionar parcialmente, o hacerlo de forma más lenta. Otro síntoma habitual suele ser un funcionamiento más lento de lo habitual de los elevalunas eléctricos, o una baja intensidad de iluminación de los faros. Al mismo tiempo, algunos sistemas pueden dejar de funcionar, o hacerlo de forma intermitente. Este tipo de fallos aleatorios y esporádicos pueden ser causados por un alternador en mal estado.
Chirridos y quejidos provenientes del alternador
Otro síntoma de que el alternador de nuestro coche no funciona bien son chirridos y quejidos de él provenientes. Estos pueden estar causados por una correa de accesorios desgastada o poco tensa – es la polea que lo conecta al ciguëñal del coche – o pueden provenir del propio alternador, indicando un fallo en sus piezas móviles o rodamientos. En un estado más avanzado de deterioro, un alternador estropeado no carga adecuadamente la batería del coche. A consecuencia de ello, nuestra batería se descarga, y un buen día siquiera lograremos arrancar el coche. Si bien esta situación suele ser causa de una batería defectuosa, también puede ser provocada por un alternador averiado.
Usa un voltímetro para comprobar si carga adecuadamente
Una forma sencilla, aunque no la única, de detectar un alternador en mal estado consiste en usar un voltímetro. Este aparato electrónico nos indica el voltaje de la batería, directamente conectada al alternador. Colocando el polo negativo en una toma de tierra – o en el polo negativo de la batería – y tocando con la otra punta el borne positivo de la batería, nos ofrecerá en tiempo real su voltaje. Con el motor apagado, la carga de la batería debería ser superior a los 12 voltios, y con el motor encendido debería ser superior a los 13,5 o 14 voltios, dependiendo del coche.
Con el motor encendido el alternador debería estar cargando la batería, que debería estar recibiendo un voltaje constante. Si este voltaje es demasiado bajo o fluctúa de forma intensa, todo apunta a que nuestro alternador está en mal estado. En cualquiera de los casos, si sospechas que el alternador de tu coche puede estar en las últimas y no tienes claro qué le pasa exactamente, acude a un taller para salir de dudas. Un alternador de intercambio puede tener un coste de unos 300 euros, mientras que un alternador nuevo puede costar el doble. A esta minuta habría que sumarle la mano de obra del taller.