Es una incidencia a la que siempre somos susceptibles que nos ocurra, pero para la que en muchas ocasiones no tenemos la capacidad de reaccionar o de solventar. Con la electrificación de la industria del automóvil será incluso más habitual que nos quedemos ‘tirados’ sin batería, una situación que nos deja completamente vulnerables al ser muy pocas las soluciones en nuestra mano que nos permitan tener respuesta.
¿Cuál es la función de la batería?
En un vehículo con motor de combustión, que nos quedemos sin batería implica que no llegue nada de electricidad al motor de arranque, o al menos no la suficiente, por lo que el propulsor térmico no tendrá ese aporte energético para comenzar la combustión. Este cese súbito de funcionamiento se puede deber a múltiples razones comenzando por un uso inadecuado o por unas condiciones meteorológicas y temperaturas demasiado extremas. Otro de los motivos puede estar relacionado con habernos olvidado las luces encendidas, ya que otros elementos como el sistema de sonido suelen apagarse automáticamente después de cierto tiempo encendido con el motor fuera de funcionamiento.
La opción más sencilla es la de llamar al servicio de asistencia en carretera que dispongamos con nuestro seguro. Asistirá a la dirección que le facilitemos una grúa y tratará de realizar el arranque. Esta operación la podemos realizar nosotros también en caso de saber cómo a través del uso de pinzas y contando con el apoyo de otro coche y otro conductor.
Cómo usar pinzas para recargar la batería
Para ello obviamente debemos disponer de un juego de pinzas para recargar la batería, un segundo coche y otro conductor. Las pinzas son recomendables que sean de buena calidad, con un cable de un diámetro destacable y con una longitud suficiente para que podamos conectarlos bornes de las baterías de ambos vehículos sin dificultades.
A partir de este punto, tenemos que seguir un orden concreto:
1º Conectamos el cable rojo en el polo positivo (marcado con la “+”) del coche cargado
2º El otro extremo del cable rojo en el polo positivo del coche descargado
3º Conectamos la pinza negra en el borne negativo (“-“) del coche cargado
4º Terminamos conectando la otra pinza negra a una toma de tierra del vehículo descargado, uno de los lugares habituales suele ser el remachado interno de la aleta delantera.
A partir de este punto, arrancamos el coche cargado, con el conductor manteniendo el motor por encima de las 2.000 rpm para que el alternador pueda producir a su vez corriente. Es en esos momentos cuando debemos accionar el contacto también del coche descargado.
En el momento que hayamos conseguido arrancar el coche debemos desconectar las pinzas en el orden inverso al que las has conectado. Evita tocar piezas metálicas o que se toquen entre sí, puedes recibir un buen chispazo. Si el coche no arranca, no insistas. Tras unos segundos, deja de intentarlo y espera unos minutos. Si sigues intentando que arranque, los cables de arranque se pueden recalentar o incluso sufrir un cortocircuito.
Este sistema no siempre es el más adecuado para los coches más modernos, ya que con la utilización de las pinzas puede producirse picos de tensión que alteren algunos de los múltiples sistemas que incorporan los nuevos vehículos, comenzando por electrónica como el control de estabilidad o algunos sensores. En vehículos más veteranos, esta opción es mucho menos dañina, aunque también se puede solventar empleando un arrancador portátil que es capaz de asimila todas estas sobretensiones.
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