Durante el confinamiento provocado por el estado de alarma, a causa de la expansión del coronavirus, no pocos coches se han quedado sin batería. Descargada a causa de los consumos en standby de la electrónica del coche, muchos propietarios de vehículos optan por su reemplazo. En este artículo te explicamos por qué no siempre es necesario reemplazar una batería que se ha descargado, y qué métodos existen para reacondicionarla. Si es efectivamente necesario su reemplazo, te contamos cuánto cuesta, y qué puedes hacer para ahorrarte unos euros.
Arrancar y recargar: la opción más frecuente y barata
Si tu coche se ha quedado sin batería, todo apunta a que su descarga ha sido muy progresiva, y no se ha tirado meses completamente descargada. Para arrancar un coche con una batería descargada te recomendamos un arrancador portátil, o también llamar a la asistencia en carretera del seguro, que lo arrancará mediante un arrancador. Las pinzas son otra opción, conectadas a otro coche con la batería en buen estado. Una vez el coche ha arrancado, es muy recomendable ir a dar una vuelta «alegre» de al menos media hora para que el alternador recargue la batería.
Este recorrido debería ser suficiente para que el coche vuelva a arrancar sin problema a partir de entonces, asumiendo que se usará de forma relativamente frecuente, y asumiendo que la batería estaba en buen estado. Los problemas llegan cuando la batería no está en tan buen estado, como os contaremos en los siguientes apartados de este artículo. Algo que nunca recomendaremos es reemplazar directamente una batería descargada. Las baterías de coche no son ni mucho menos de usar y tirar, y pueden tener aún mucha vida por delante, aún sufriendo una descarga.
Un mantenedor, para cargar y reacondicionar
Has arrancado el coche, has dado una buena vuelta y al día siguiente, la batería vuelve a darte problemas para arrancar el coche. Es una señal de que la batería no está pasando por su mejor momento, y muchos conductores aprovecharán el momento para reemplazarla. Pero la realidad es que esa batería puede ser aún perfectamente salvable. Algunos mantenedores y cargadores de batería (¿qué es un mantenedor de carga? Te lo explicamos en este artículo) cuentan con programas específicos para reacondicionar baterías descargadas, o baterías en mal estado.
Mediante un control selectivo de tiempos y voltaje de recarga, pueden devolver a la vida baterías consideradas inservibles. Si tu coche es moderno y tiene un sistema stop & start o mucha electrónica, en algunos casos, cabe la posibilidad de que no logres recuperar la batería al 100%. Incluso es posible que el sistema stop & start no funcione. Pero esa batería aún puede dar servicio durante años en coches más antiguos, con menos electrónica. O puede usarse para alimentar equipos eléctricos de forma autónoma en zonas sin red eléctrica.
Sustituir la batería, el último recurso. ¿Cuánto cuesta?
No siempre es posible recuperar una batería. Si lleva meses descargada o ya estaba en mal estado, la única opción es reemplazarla por una nueva. El precio de una batería está directamente relacionado con sus características técnicas, principalmente con su capacidad. Una batería de 45 Ah para un utilitario pequeño puede conseguirse nueva por unos 50 euros, pero una batería de 76 Ah para una berlina turbodiésel rara vez bajará de los 80 o 90 euros. La marca también juega un factor clave: una china será más barata que una Bosch o Varta de gama alta.
También cabe mencionar la tecnología de la batería. Una batería AGM preparada para sistemas stop & start es necesariamente más cara que una batería convencional, de menor exigencia técnica. Una batería AGM para coches con stop & start puede rondar los 130 o 150 euros con facilidad. Cambiar la batería de un coche es extremadamente sencillo y lo puede hacer cualquier persona con herramientas básicas. Un último consejo: una batería vieja e inútil aún vale dinero. Contiene plomo, es reciclable y las chatarrerías las compran, pagando al peso.