Contenido
Cuando desconozco el significado de un término lo primero que suelo hacer para tener una primera aproximación es buscarlo en el diccionario. Dicho lo cual, la RAE define gripar como “Hacer que las piezas de un engranaje o motor queden agarrotadas”. De hecho, es una muy buena definición, muy clara, concisa, pero nosotros vamos a profundizar algo más en esta grave avería que ocurre más de lo esperado, y que en la mayoría de los casos es evitable.
¿En qué consiste el gripado del motor? ¿Qué causas lo provocan?
Como bien hemos dicho en la introducción, el gripado del motor consiste en el agarrotamiento, o incluso en la soldadura, de varias piezas del motor debido a las altas temperaturas que se alcanzan en su interior como consecuencia de la propia combustión como del rozamiento de los diferentes elementos, y que da lugar a la dilatación de dichos elementos.
El gripado más típico suele ocurrir en la parte alta del cilindro y consiste en la “unión” entre el pistón y la camisa del cilindro. Las camisas con unos cilindros desmontables que se introducen en el hueco de los cilindros del bloque motor, y que cuentan con la ventaja de estar fabricadas con un material distinto al bloque, por lo que tanto su resistencia al desgaste como su capacidad para evacuar calor son mejores, además de estar mecanizadas en un proceso distinto, por lo que es más fácil y económico obtener un mejor acabado superficial que reduzca el rozamiento.
Aunque el gripado más típico lo encontramos entre el pistón y la camisa del cilindro, también puede darse, por ejemplo, entre las válvulas y sus guías, o entre el cigüeñal y los casquillos.
Decir que el gripado del motor es una avería que siempre tiene lugar en marcha, con el motor funcionando, y que se manifiesta por una muy notable pérdida de potencia que viene acompaña por un ruidoso sonido similar al repiqueteo de las campanas.
Sin embargo, que se produzca dicho gripado del motor es algo muy poco habitual, siendo las principales causas que lo provocan:
• Fallo en el sistema de lubricación. La lubricación de los elementos de un motor es vital tanto reducir el rozamiento entre las parte móviles (y por ende el desgaste y temperatura), así como para evacuar calor. De esta forma, un fallo en este sistema conducirá inexorablemente el gripado del motor. Son dos los problemas que se plantean en este campo: un aceite viejo o gastado cuyas propiedades se han degradado, o un nivel insuficiente de aceite.
• Fallo en el sistema de refrigeración. Es el otro gran sistema que ayuda a evacuar calor del propulsor. En esta ocasión, los fallos que pueden plantearse son más diversos, como un nivel insuficiente de anticongelante, un anticongelante degradado, hasta el mal funcionamiento del termostato, el electroventilador o incluso la sonda de temperatura.
• Fallo del segmento de compresión. Este fallo implica que la llama de la combustión entre en el recinto estanco entre el cilindro y el pistón y “queme” la película de lubricante que hay entre ambos, por lo que la protección frente al rozamiento queda destruida.
• Desequilibrio del cigüeñal-bielas. El desequilibrio en estos elementos provoca, consecuentemente, que el pistón tampoco trabaje de forma adecua sin seguir su “trayectoria vertical ideal”. Todo esto da lugar a una serie de vibraciones y rozamientos, con desgastes irregulares y prematuros, además posiblemente excesivos. Así, en estas zonas aumenta el rozamiento y se pierde la protección de la capa de lubricante, apareciendo de nuevo el fenómeno de gripado.
¿Cómo puedo prevenir el gripado de mi motor?
Pero estamos de suerte. El gripado es una avería que en la gran mayoría de los casos se puede evitar, y que tiene su origen en una conducta poco menos que descuidada, por no decir irresponsable, del conductor.
En cuanto al sistema de lubricación, respeta siempre de forma escrupulosa los intervalos de cambio de aceite y filtro que marca el fabricante, acortándolos si prácticas una conducción exigente. Además, usa siempre aceite de calidad, y que cumpla todas las especificaciones necesarias (viscosidad, APIs…). Por último, comprueba periódicamente el nivel del mismo, y si se enciende en el cuadro el testigo de falta de presión de aceite, nivel bajo, o service, no hagas caso omiso.
Sobre el sistema de refrigeración, en primer lugar, además de comprobar el nivel mismo periódicamente, decirte que el anticongelante es un fluido que pierde sus propiedades y que necesita ser sustituido periódicamente. Este intervalo varía enormemente en función del fabricante del vehículo y tipo de anticongelante, pero de media cada 4 o 6 años, o unos 60-80 mil kilómetros. Otros consejos útiles es que de vez en cuando revises que los manguitos no presentan ninguna fuga, que el electroventilador funciona adecuadamente, y sobre todo, si tu coche te indica la temperatura del agua, consúltala de vez en cuando mientras conduces, al igual que haces con el velocímetro, el tacómetro o el nivel de combustible. Debe estar en 90 °C.
Por último, añadir que cuando el motor esté frío y no haya alcanzado su temperatura de funcionamiento, no lo aceleres ni lo fuerces, ya que estarás haciendo que gire a altas revoluciones sin que el aceite haya empezado a fluir adecuadamente ni a crear esa película de lubricación protectora. Así evitarás desgastes anómalos y desequilibrios.
Sin embargo, no siempre es culpa del conductor que el motor se gripe, habiendo casos que son inevitables. Estos son los de un defecto de montaje de elementos como el cigüeñal, que dan lugar a un desequilibrio del mismo, o a un defecto en la mecanización de algún cojinete, camisa o segmento, lo que provoca un desgaste irregular.
Mi motor se ha gripado, ¿qué hago?
Al final, por el motivo que fuere, mi motor se ha gripado. ¿Qué puedo hacer? Pues en la mayoría de los casos te diré que lo más sencillo y económico es cambiar directamente el motor por uno usado (suponiendo que sea rentable o desees conservar el coche). Esto se debe a que el proceso de reparación de un motor gripado es sumamente laborioso, y por ende costoso.
En primer lugar es necesario averiguar dónde se ha producido ese agarrotamiento de elementos, por lo que es preciso ir desmontando las diferentes partes del mismo. Además, ese agarrotamiento implica que “el motor se para casi en seco”, por lo que generalmente habrá más partes afectadas. A partir de ahí será necesario sustituir los elementos afectados, seguramente rectificar o sustituir las camisas, segmentos por unos que recrezca el espesor mecanizado, casquillos de biela, cambiar junta de culata… como ves es una lista que impone, y de media esa reparación no bajará de los 1.000 euros de presupuesto.
Así que, una vez visto todos los problemas que acarrea que se gripe el motor y lo sencillo que resulta evitarlo, seguro que cada domingo bajarás con un poquito más de ganas al garaje a revisar los niveles al coche. Recuerda, son diez minutos que pueden costar más de mil euros y algún que otro suspiro.
Más artículos sobre cuidado de tu coche y cómo evitar averías:
– Por qué no debes jugártela a la hora de cambiar el aceite de tu coche
– Desmontando mitos: ¿Protege más un lubricante caro que uno barato?
– Por qué no debes revolucionar el motor en frío
– ¿Qué sucede cuando arrancas un coche en frío?
– Cómo evitar las 4 averías más comunes en un coche diésel
– Cómo evitar averías en los inyectores