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La reserva del coche es el combustible que permite almacenar en el depósito para evitar que este se quede completamente vacío, y nos quedemos tirados en carretera. La duración de la reserva y los kilómetros que podremos recorrer en reserva dependen de diferentes factores, de la marca, del modelo, del diseño del depósito y, por supuesto, del estilo de conducción que sigamos al llegar a la reserva.
El concepto de reserva nace con una necesidad, la de ofrecernos, como su propio nombre indica, una garantía adicional para evitar que nuestro coche agote su combustible, se detenga por completo, y no lleguemos hasta la próxima gasolinera. De esta forma, los coches gozan por fabricación de una reserva que nos permite recorrer unos kilómetros. Y la pregunta del millón sigue siendo la siguiente: ¿cuántos kilómetros puede recorrer tu coche en reserva?
La respuesta rápida a esta pregunta es sencilla: depende. Y la pregunta que haríamos para evitar responder es incluso lapidaria: ¿y por qué razón querrías apurar el depósito de tu coche hasta la reserva?
¿Por qué no deberías apurar la reserva y jugártela hasta la reserva?
Sencillo. Estamos seguros de que, aún sabiendo que tu coche cuenta con un extra de combustible para llegar hasta la próxima gasolinera, preferirás no jugártela. El estrés que genera la situación aumenta, y el nerviosismo no ayuda a realizar una conducción segura. Detenernos sin combustible en el arcén de una carretera, además, nos costará una multa. El Código de Circulación lo considera una infracción por tratarse de una causa injustificada para detenernos en el arcén, un estacionamiento prohibido, dado que ocupar el arcén, y/o parte de la vía, tan solo está permitido en caso de avería o accidente. En algunos coches, incluso, para proceder de nuevo al encendido de nuestro coche después de haber agotado la reserva, y haber repostado manualmente con una garrafa combustible, será necesario el purgado del circuito del combustible.
Por otro lado, apurar demasiado, y llegar hasta los últimos litros de la reserva, puede ser perjudicial para tu coche. Ver por qué no debes apurar el tanque de combustible hasta la última gota si no quieres que tu cartera pase apuros.
Tras lo dicho anteriormente, ahora veamos lo que sabemos acerca de la reserva de tu coche. Por construcción, en un coche siempre está prevista la utilización de un depósito de reserva para evitar que nos quedemos sin combustible. En realidad ese depósito de reserva no está físicamente separado del depósito que habitualmente utilizamos.
En los coches modernos, por suerte, contamos con varios indicadores que nos recuerdan que estamos llegando a la reserva. Uno de ellos nos mostrará con una luz en la instrumentación que el combustible está a punto de agotarse. Un indicador aún más interesante, pero no por ello del todo fiable, es el de los ordenadores de a bordo modernos, en el que vemos una estimación del número de kilómetros que podremos recorrer antes de quedarnos sin combustible.
¿Es fiable la estimación de kilómetros del ordenador de a bordo?
No, no lo es. El número de kilómetros que aún podemos recorrer según el ordenador de a bordo se basa en la media de consumos en un periodo de tiempo (y kilómetros) determinado. Eso quiere decir que la estimación dependerá de las condiciones de circulación previas a llegar a la reserva, y posteriores. Habríamos de pensar que tras una larga distancia en carretera, si tenemos que cruzar una ciudad para llegar a una gasolinera, la estimación sería demasiado optimista, porque los consumos en el trayecto urbano no serán equiparables a los consumos de nuestro viaje en carretera. Esto ya es razón de más para no fiarnos de la estimación de kilómetros al haber llegado a la reserva.
La reserva de tu coche y los kilómetros que puede recorrer
Por otro lado, la política seguida por cada fabricante para avisar a sus clientes de que han llegado a la reserva es muy diferente. Los primeros avisos, según el coche, pueden llegar cuando la estimación de kilómetros ha alcanzado una cifra determinada (100, 80 kilómetros…) En algunos casos cuando un coche llega a cierto número de kilómetros, y probablemente por la falta de fiabilidad de la estimación, el ordenador de a bordo pasa de mostrar esa estimación (en cifras de 20 o 30 kilómetros, por ejemplo), a no mostrarla del todo. Se trata de una estrategia, de nuevo, para transmitir la urgencia de repostar al conductor.
Aún existe otra razón para no fiarnos de la estimación de kilómetros del ordenador de a bordo, y está en el hecho de que, generalmente, el fabricante haya previsto una segunda reserva de combustible a partir del punto en el que el ordenador de a bordo comienza a mostrar autonomía cero. Jugar en ese punto con la reserva de nuestro coche es, como mínimo, muy atrevido. Hay que tener en cuenta que nada nos garantiza que aún dispongamos de combustible en el depósito, aunque sí hemos podido comprobarlo empíricamente en muchos coches a lo largo de años de pruebas.
Comprobar esa segunda reserva de combustible, que llega cuando el ordenador de a bordo estima en cero el número de kilómetros que podemos recorrer antes de que nuestro coche se pare, no es una práctica habitual en Diariomotor. Por suerte sí lo ha sido apurar al máximo el depósito de diferentes modelos de Ford y Toyota gracias a dos de los eventos anuales de eficiencia y resistencia que celebran en circuito cada año (las 24 Horas de Ford y las 24 Horas Híbridas de Toyota).
En ambos casos nos encontramos con que nuestro coche, incluso con una estimación cero de kilómetros, aún era capaz de recorrer decenas de kilómetros antes de agotarse por completo el depósito, sus litros de combustible previstos como reserva, y detenerse. Y ahora de nuevo, la pregunta del millón, ¿cómo sabré cual es esa cifra en mi coche?
Aún más interesante nos resultó la iniciativa de Tank on Empty, un proyecto que gracias a la información anotada por los conductores era capaz de ofrecer diferentes estimaciones (recuerda, de nuevo estimaciones) acerca de las distancias que son capaces de recorrer diferentes coches en reserva. El manejo de los datos, y la búsqueda de desviaciones y la distribución de las cifras anotadas, resulta interesante. Aún así, quizás estemos más próximos a un experimento curioso, que a una fuente fiable e infalible de información.
Por otro lado, y por desgracia, iniciativas como Tank on Empty no disciernen entre diferentes mecánicas, o incluso entre versiones que pueden gozar de depósitos con diferente tamaño, lo que teóricamente podría variar el volumen de la reserva, y por lo tanto las distancias que se podrían recorrer en reserva. Por no hablar del hecho de que esta herramienta esté basada en modelos de Estados Unidos y, salvo alguna excepción, difícilmente sean extrapolables a los modelos que conducimos en Europa.
Como conclusión, una vez más, e incluso tras haber conocido que en la reserva muchos coches aún pueden recorrer decenas de kilómetros, la respuesta a la pregunta que nos hacíamos inicialmente sigue siendo una pregunta: ¿y por qué razón querrías apurar el depósito de tu coche hasta la reserva?