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Los tacos del motor, o los soportes del motor, son piezas con una importante función dentro del coche. Aunque no sean más que un trozo de goma con una base metálica, son los encargados de amortiguar las enormes vibraciones generadas por el conjunto de motor y caja de cambios de un coche. En coches de motor delantero transversal son especialmente importantes, ya que el conjunto de motor y caja de cambios suele ser una unidad compacta, y los tacos del motor también soportan la transmisión. Los tacos del motor sufren desgastes y degradación con el tiempo, y pueden provocar otras averías si no son reemplazados a tiempo.
¿Qué ocurre si no cambio los tacos del motor?
El coche no va a dejar de funcionar, pero pronto notarás que algo no va bien bajo el capó. La goma de los tacos se va degradando con el tiempo, las vibraciones y los ciclos extremos de calor/frío a los que es sometida regularmente. Cuando la goma de degrada, cede, y puede llegar incluso a desintegrarse. Una inspección visual no tiene por qué ser concluyente: un taco en mal estado puede no tener mal aspecto a la vista. La primera consecuencia de esta lección de física es que las vibraciones del motor se sentirán más intensamente en el interior del coche, especialmente si el motor es un diésel.
Aunque la receta puede variar, casi todos los coches con motor delantero tienen dos tacos de motor superiores, además de un taco inferior, que limita el cabeceo del propulsor. Este taco inferior es llamado habitualmente taco «antipar», y su fallo es uno de los más perceptibles. Notarás como el conjunto del motor se mueve de forma ostensible cuando sueltas el pedal del acelerador. Es una sensación molesta, ya que todo el coche se sacude. Si sospechas que la mecánica sufre con estas sacudidas… estás en lo cierto.
Averías en motor y caja de cambios
Especialmente con tacos muy degradados, el motor podría romper sus anclajes, así como la cuna en la que está montado en el vano motor, generando una gran avería. Circular con los tacos en mal estado somete al conjunto de motor y caja de cambios a un estrés mayor al habitual. El conjunto debe hacer su trabajo habitual, sufriendo al mismo tiempo las inercias que provoca su propio funcionamiento. La caja de cambios y su varillaje sufren especialmente, y podrían agarrotarse o dejar de funcionar en casos extremos. Hay ciertas averías de caja de cambios que no se hubieran producido si los tacos del motor hubieran estado en buen estados.
Desgaste de otros elementos mecánicos
Tampoco olvides que estas vibraciones derivadas de soportes de motor en mal estado afectan a otros elementos del coche, como pueden ser los palieres, la línea de escape o el propio habitáculo. Si quieres más grillos y ruidos en tu salpicadero, solo tienes que descuidar los soportes del motor, y se reproducirán como insectos. La buena noticia es que estos soportes suelen tener un precio asequible y su instalación no requiere de herramientas específicas o muchas horas de mano de obra en taller – como suele decirse, prevenir es curar.