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La tecnología y la técnica de nuestros coches no ha hecho más que avanzar con el paso del tiempo, haciéndolo cada vez a mayor velocidad. Sin embargo, pese a la evolución sufrida, hay cosas que no cambian: un coche necesita un buen sistema de iluminación para conducir con seguridad en cualquier situación, independientemente de las condiciones de luz exteriores. Con el uso y la acción de agentes externos, los sistemas de iluminación pueden reducir su rendimiento, pero…¿es posible «rejuvenecer» nuestros faros?
¿Qué tipos de faros existen en los coches actuales?
A día de hoy en el mercado automovilístico se pueden encontrar diferentes tecnologías de iluminación, aunque son tres las más frecuentes. La tecnología halógena está compuesta por una bombilla de gran potencia (generalmente 55W) cuyo filamento se vuelve incandescente al paso de la electricidad. La luz producida se refleja mediante una superficie compleja, o bien se proyecta a través de una «lupa» o «proyector».
Como evolución de la tecnología halógena nació la iluminación de xenón, que utiliza también bombillas, pero en este caso compuestas por un gas llamado xenón que se inflama con la electricidad. La tecnología de xenón sigue siendo muy utilizada hoy día, aportando una iluminación más potente con menor consumo (generalmente se utilizan bombillas de 35W), con un color más agradable al ojo humano y, generalmente, asociada a técnicas como la iluminación en curva con proyectores móviles.
La tecnología LED es, a día de hoy, el estándar ya incluso en vehículos de corte urbano. La iluminación LED no utiliza bombillas, sino diodos (un material semiconductor dotado de dos terminales) que con la tensión eléctrica adecuada liberan energía en forma de fotones.
Las ventajas de la iluminación LED son variadas: su pequeño tamaño permite a los diseñadores desarrollar faros más finos y estéticos, su consumo de energía es mucho menor y su flexibilidad es tal que combinada con las últimas tecnologías de procesamiento se pueden producir sombras y zonas más iluminadas para mejorar la visibilidad en tiempo real sin riesgo de deslumbramientos.
Cómo mejorar la iluminación de los faros del coche
Con el paso del tiempo los sistemas de iluminación de un vehículo pueden disminuir su efectividad. Existen, no obstante, una serie de actuaciones que pueden mejorar la iluminación que emiten los faros del coche de forma sencilla y, generalmente, con un coste para el propietario muy reducido e incluso nulo más allá de un rato de su tiempo.
1. Sustituir las bombillas
sustituir las bombillas por unas nuevas es siempre sinónimo de mejora. En el caso de las bombillas halógenas el precio es muy reducido, pudiendo encontrar juegos de bombillas de primeras marcas por aproximadamente 20€. En el caso de las bombillas de xenón el coste es algo superior, aunque a día de hoy los precios de las bombillas ya son mucho más bajos que antes.
2. Sustituir el balasto en faros xenón
Puede que en el caso de la iluminación de xenón la bombilla no sea el problema, sino el balasto: es el transformador que da a la bombilla el pico de potencia que necesita para comenzar a lucir, y dependiendo del modelo de coche podrás sustituirlo por tu cuenta con un coste que no superará los 150€.
3. Rejuvenecer la cúpula protectora del faro
Si la bombilla no es el problema, es posible que la cúpula transparente que cubre las ópticas del faro se hayan quemado y desgastado por la acción del clima y los rayos UV. En ese caso deberás lijar para eliminar todas las impurezas para posteriormente pulir y proteger con laca para que no vuelva a suceder.
4. Correcta regulación de los faros
Otra técnica para mejorar la iluminación del coche es una correcta regulación. Pese a que algunos sistemas de iluminación de xenón y LED cuentan con regulación automática de la altura del haz de luz, todos los vehículos cuentan, en el propio faro, con tornillos de regulación con los que se puede regular la altura y la anchura del haz de luz.
¿Me pueden multar por culpa de los faros del coche?
Como elemento que es del vehículo, un uso indebido o inadecuado de los faros del vehículo puede comportar una serie de sanciones por parte de las autoridades. Conducir con alguna bombilla fundida puede ser motivo de multa, pero sólo cuando uno de los faros no emita ningún tipo de luz. El importe de la sanción es de 200€.
Si circulamos con el faro mal reglado de forma que produzca deslumbramientos a otros conductores podremos recibir una sanción de 300€ por una infracción calificada como muy grave, que implica también la retirada de 2 puntos del carnet de conducir.
Una de las modificaciones más comunes entre los conductores es instalar un kit de xenón o LED en sus faros halógenos, una modificación my sencilla que, si no se homologa, está castigada por las autoridades con una multa de 200€ que, sin embargo, puede llegar a multiplicarse si el agente de turno decide sancionarte también por equipar faros de xenón sin el preceptivo dispositivo de lavado de faros o sin el dispositivo de regulación automática.
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