Uno de los grandes problemas que tienen los coches si están parados durante mucho tiempo es la descarga de sus baterías. Baterías que resultan imprescindibles para su correcto arranque y que son una de las principales causas de llamadas a la asistencia en carretera de los seguros. En condiciones habituales los alternadores del coche las recargan mientras el coche está rodando, pero con la llegada del estado de alarma por coronavirus, muchos coches llevan semanas parados. Por ello, además de los arrancadores portátiles, os queremos hablar de los mantenedores de carga para baterías de coche.
¿Qué es un mantenedor de carga para baterías?
Como su nombre indica, nos permite mantener la batería de nuestro coche con un nivel de carga adecuado, en momentos en los que el vehículo no se usa. Son comunes en el mundo naútico – muy estacional – y en el mundo de los coches clásicos, en el que muchos coches pasan meses sin moverse. También son comunes en el mundo de las autocaravanas. A grandes rasgos, los mantenedores son cargadores para baterías alimentados por corriente – conectados a un enchufe, hablando en plata – y conectados directamente a la batería del vehículo.
La mayor parte de mantenedores también funcionan como cargadores. Es decir, también permiten recargar una batería descargada, sin fuerza para mover el motor de arranque de la mecánica. Su función más interesante es la de mantener la carga de un vehículo que va a pasar mucho tiempo sin moverse. Todos los vehículos, especialmente los más modernos, consumen electricidad cuando están apagados. Sus sistemas electrónicos están en standby, sistemas como el transpondedor del acceso manos libres, el inmovilizador e incluso el sistema de infoentretenimiento.
En coches modernos, conectados constantemente a internet – con actualizaciones automáticas frecuentes – el consumo eléctrico del coche «en standby» es muy superior al de un coche más antiguo, sin apenas electrónica. El problema está en que en un coche moderno, desconectar un borne de la batería puede acarrearnos problemas. Los módulos electrónicos se desconfiguran y podemos tener problemas con el inmovilizador a la hora de volver a conectarlos, saltarán testigos en la instrumentación y errores que solo podrán ser borrados en taller. Es un fastidio.
Por ello, es más recomendable un mantenedor de carga de baterías en este tipo de vehículos, siempre que no tengamos la posibilidad de arrancarlos durante 10 o 15 minutos cada semana – no recomendable en espacios poco ventilados – o circular con ellos de camino al supermercado.
¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
La principal ventaja es poder mantener la carga de la batería sin necesidad de arrancar el motor del coche. Su funcionamiento es automático y cuentan con sistemas de seguridad que detectan si hemos enchufado las pinzas a la batería en el orden incorrecto, evitando cortocircuitos. Cuando la carga de la batería es correcta se apagan, y vuelven a conectarse cuando la carga se reduce. Muchos cuentan con diferentes programas, son aptos para baterías de 6 voltios, para baterías AGM e incluso permiten «recuperar» o «des-sulfatar» baterías que han pasado tiempos mejores.
Otra ventaja es que estos cargadores son bastante asequibles, con precios de entre 25 y 80 euros, que dependen de las funciones que queramos tener. Este cargador de la marca CTEK nos parece una compra excelente (ver artículo en Amazon). Pero no todo es fantástico. El inconveniente principal es que deben estar enchufados a la corriente. Y esto supone un escollo difícil de salvar (o directamente imposible) si nuestro coche está aparcado en la calle o en un garaje comunitario, por no hablar de los «amigos de lo ajeno». Son ideales para garajes individuales, eso sí.
Además, como molestia muy menor, algunos modelos exigen que montemos de forma permanente un adaptador en nuestra batería. Algunos cargadores permiten conexión DC-DC y por tanto, pueden conectarse también a otra batería de coche. Otra opción es desmontar la batería del coche y cargarla en nuestro domicilio, pero volveríamos a tener el mismo problema de origen en el caso de tener un coche moderno.
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