Desde el 14 de marzo España ha estado sometida a un estado de alarma por la expansión del coronavirus Covid-19. Esto ha provocado que la movilidad del país se reduzca hasta en un 90%. Muchos coches no se han movido un milímetro en los últimos dos meses. Este parón forzado puede causar problemas en algunos elementos de la mecánica, incluso averías en algunos casos excepcionales. Sea como fuere, cuando por fin tu provincia pase a la «fase 1» y puedas usar tu coche, deberías revisar ciertos elementos de tu vehículo para comprobar que todo funciona como debe.
Además de hablaros de cinco puntos esenciales a revisar de tu vehículo, aportaré mi experiencia personal al respecto: mi provincia está en «fase 1» y por fin he podido mover mis vehículos tras dos meses de letargo.
1) Carga de la batería: ¿necesitas un arrancador?
La batería es posiblemente el elemento de tu coche que más sufrirá el confinamiento. Un coche, especialmente si es moderno, tiene un consumo eléctrico no desdeñable para mantener sus sistemas electrónicos en standby. En cuestión de dos o tres semanas puede quedarse sin batería, especialmente si la batería no estaba en su mejor momento. Los coches más antiguos, paradójicamente, son los que menos sufren este problema. Pero tampoco son ajenos a este riesgo, y pueden descargar su batería tras varias semanas sin arrancar.
Lo ideal es arrancar el coche de cuando en cuando, dar una pequeña vuelta y dejar que el alternador haga su trabajo. Si esto no ha sido posible y tenemos un coche con la batería descargada, tendrás que llamar a la asistencia en carretera del seguro. También puedes recurrir a un arrancador portátil, una solución de la que ya hemos contado sus bondades en Diariomotor. Esta pequeña batería portátil nos permitirá arrancar un coche con la batería descargada sin ayuda externa, son baratas y compactas, y servirán también como powerbank para tu teléfono.
En este enlace puedes adquirir el Suaoki U17, el arrancador portátil que más recomendamos en estos momentos. En mi caso personal, no ha sido necesario. Mi pequeña scooter de 125 centímetros cúbicos ha arrancado como si la hubiera usado el día anterior, y mi coche clásico tenía un cortacorrientes instalado, por lo que la batería no se ha apenas descargado. También ha arrancado a la primera, pero conozco varios casos cercanos que han tenido que recurrir a la asistencia del seguro o a la conexión por pinzas con otro vehículo.
Es la avería más probable de todas las recogidas en este artículo, con diferencia.
2) Presión y estado de los neumáticos
Aunque un coche esté parado, la presión de los neumáticos puede poco a poco perderse a través de poros casi microscópicos presentes en la goma. Antes de arrancar el coche, echa un ojo a los neumáticos del coche. Si alguno está visiblemente bajo de presión, lo primero que debes hacer al arrancar el coche es ir a una estación de servicio a inflarlo de nuevo. Si está completamente deshinchado, puedes inflarlo de nuevo con un compresor portátil o llamar a la asistencia en carretera de tu seguro. Siquiera debería plantearse esta situación con un neumático en buen estado.
Una vez hayas arrancado tu coche, acude a una estación de servicio a revisar las presiones. Después, da una vuelta con el coche para que los neumáticos cojan algo de temperatura. Si percibes vibraciones rítmicas, tus neumáticos podrían haberse deformado tras estar meses sin moverse. Esta deformación podría requerir de su sustitución en casos graves, y solo se produciría si el neumático ha perdido mucha presión durante el confinamiento. Ante la duda, no te la juegues: son lo único que mantiene a tu coche en la carretera.
Unos neumáticos con baja presión aumentan el consumo y pueden derivar en pérdidas de tracción y accidentes.
3) Comprueba el nivel de sus fluidos vitales
Nunca viene de más comprobar el nivel de los fluidos más importantes del coche. Aunque el coche haya estado parado, puede haber desarrollado alguna pérdida de aceite o de anticongelante. Esto posiblemente no será patente cuando lo arranques por primera vez, pero tras usarlo durante uno o varios días, deberías revisar a conciencia todos sus niveles. Tras dos meses de letargo, el súbito ciclo de calor y puesta en funcionamiento puede producir pérdidas en retenes resecos, juntas cuarteadas o depósitos que no pasaban por su mejor momento. Mejor prevenir que curar.
4) Usa el aire acondicionado
Esta recomendación también es aplicable en invierno, o en periodos en los que no se usa la climatización del vehículo. Tras un tiempo sin usarse, es necesario que el compresor del sistema de climatización vuelva a funcionar, y el gas de refrigeración se mueva por todas sus conducciones. También es necesario para comprobar si hay olores extraños – a podrido o a humedad – tras activarlo. De ser así, podría ser necesaria la sustitución del filtro del habitáculo, en el que podrían haberse acumulado residuos, hojas o humedad durante este confinamiento.
Si tu coche ha estado aparcado en la calle, esto es especialmente importante.
5) Prueba el coche, y comprueba que todo está bien
La mejor forma de comprobar que todo está en orden en tu coche, es mediante una prueba dinámica. Conduce con suavidad hasta que el aceite alcance su temperatura óptima de funcionamiento, y escucha a tu coche: comprueba que nada hace los ruidos que no debería hacer, que nada se calienta más de la cuenta, y que a nada le cuesta funcionar. Si algo va mal, no dudes en acudir a un taller, que en «fase 1» ya funcionan mediante la cita previa en más de la mitad del país. De nuevo, es mucho mejor prevenir, que tener una gran avería en ciernes.