El polaco no ha tenido su primera temporada de ensueño al volante de un World Rally Car. Si bien se llevó en 2013 el Mundial de WRC2 prácticamente de calle, la participación en la categoría absoluta de los rallyes es una historia muy distinta. Tras los numerosos accidentes abandonos y algún scratch meritorio en el siempre complicado Rallye de Monte-Carlo, Robert Kubica terminaba el año reconociendo encontrarse completamente agotado.
La decisión sobre su futuro deportivo quedaba por unas semanas en el aire tras Gales e incluso las variables de recalar en el DTM o en el Mundial de RallyCross entraban en la ecuación. Sin embargo, la confirmación de su participación en el Rallye de Monte-Carlo al volante de un Ford Fiesta RS WRC ha cerrado cualquier tipo de cambio de aires e incluso ha hecho prácticamente de comunicado oficial sobre los rumores que apuntaban a que el ex-piloto de Fórmula 1 había roto las negociaciones que hasta ahora mantenía con Citroën/PH Sport para correr esta temporada con un DS3 WRC privado.
Precisamente son las habladurías las que apuntan a que Kubica podría hacer también un pequeño cambio de aires dentro de la posibilidad de correr con el Ford, ya que Robert, muy descontento por su relación con Malcolm Wilson parece que podría competir con el Fiesta RS WRC del equipo italiano A-Style. Precisamente una unidad con la que compitió y ganó las citas del Rally de Casentino, el Monza Rally Show y el Memorial Bettega. A pesar de los rumores iniciales de ruptura, Kubica parece que seguirá contando con su patrocinador de confianza, la petrolera pola Lotos.
