La segunda etapa fue muy dura para Carlos Sainz y Lucas Cruz. No sólo en lo que se refiere a la competición, ya que una día con 518 kilómetros contra el cronometro y prácticamente todos ellos desfavorables a la filosofía buggy con la que se ha concebido el Peugeot 2008 DKR. Antes de la prueba, dentro de la estructura de la firma del león ya habían hecho cálculos y avisaban que en este tipo de terrenos favorables a los tracción total, sus pilotos podrían perder en torno a los 2 segundos por kilometro.
Así fue. El matador, al igual que Stéphane Peterhansel (a Despres no se le puede tomar como una referencia clara al ser su primer Dakar en coches y después de acumular muy pocos kilómetros de test), cedía algo más de un minuto al final del WP1, que se encontraba en torno a los 60 kilómetros de la etapa. Los múltiples problemas mecánicos de Monsieur Dakar le irían hundiendo, mientras que Sainz mantenía la sangría estable. Sin embargo, un hecho inesperado terminaría de desconcentrar al ganador del Dakar 2010.
Lauren Moulin, rookie con una Yamaha dentro de la categoría de motos, se encontraba de frente con Carlos Sainz, el cual tras tratar de esquivarlo sin éxito lo golpeaba con el Peugeot. Como resultado, el francés debía abandonar con las fracturas de tibia y peroné en una de sus piernas además de algunas heridas faciales. El ex–piloto del WRC tampoco resultaba completamente “ileso”.
El incidente le dejaba mentalmente tocado tal y como el propio Carlos Sainz reconocía con la mirada perdida al final del día, todo ello, a pesar de su basta experiencia y de estar bragado en más de 1.000 batallas. Ayer, yo mismo en mi cuenta de twitter recordaba el desafortunado incidente en el Rally de Centroeuropa de 2008, en los que debido a las malas condiciones de visibilidad, Sainz atropellaba al copiloto de Masuoka que se encontraba fuera del coche cambiando una de las ruedas. Como resultado, Pascal quedaba con un tobillo roto.
Muy difícil, hemos tenido un accidente con una moto que venía en sentido contrario. Hemos parado y espero que esté bien porque ha sido bastante fuerte. Después del accidente, me ha dejado bastante mal cuerpo.
En esta ocasión, además de los seis minutos perdidos al pararse a ayudar al motorista (que le serían devueltos por la organización tal y como marca el reglamento), la pareja Sainz-Cruz cedía algo más de tiempo antes de llegar las dunas debido a que todavía se encontraban impresionados por el choque. Una vez que la arena hacía acto de aparición, el equipo español volaba y se mostraba por primera vez en este Dakar 2015 como los más rápidos dentro de la categoría de coches, superando incluso al actual líder Nasser Al-Attiyah.
En meta los 20 minutos perdidos (séptimo en la general del día) parecían poca pérdida después de todas las eventualidades sucedidas, sobre toco comparándolo con la más de una hora que se dejaba Peterhansel por el camino. Roma, Gordon y el propio Monsieur Dakar parecen descartados, mientras que Sainz sigue esperando que la carrera llegue a terrenos más favorables para su Peugeot 2008 DKR o un error del propio Nasser. Veremos qué llega antes, si llega.
