Ayer hablábamos en nuestro resumen de la cuarta etapa del Dakar la impresionante batalla que se estaba dando entre los tres KAMAZ de Mardeev, Karginov y Nikolaev tras una cuarta etapa en la que los camiones rusos sacaban todo el jugo al desierto para ampliar diferencia con su principal rival actualmente, el MAN del checo Ales Loprais. Sin embargo, la noticia de la jornada estaba en la jornada negra del equipo Petronas De Rooy IVECO.
Gerard De Rooy, siempre gran candidato a la victoria en esta categoría al volante de su propio IVECO Strakker Evo2 se quedaba tirado en torno al kilometro 65 de la especial cronometrada, en una especie de río seco donde el holandés causaba un gran daño a su camión. Hans Stacey (nuevo hombre fuerte del equipo al estar a 12 minutos del primer KAMAZ tras experimentar problemas electrónicos durante las primeras etapas) pasaba por el lugar en el que se encontraba detenido su jefe de filas y ofrecía su ayuda, pero ante la imposibilidad de poder colaborar en la reparación, De Rooy le obligaba a reemprender la marcha.
El propio Pep Vila también se detendría, y durante tres cuartos de hora trataría de ayudar en la reparación del IVECO de Gerard, incluso valorando la posibilidad de intercambiar el eje trasero de sus camiones debido a que el diferencial de los holandeses se encontraba muy dañado. Al no poder hacer nada, el piloto español continuaría con su camino hacia el vivac, punto al que también llegaría De Rooy más de 6 horas después, completamente agotado y con el objetivo de que los mecánicos puedan tener listo el camión para empezar la quinta etapa y ayudar a Hans Stacey ahora que la victoria es prácticamente imposible.