Llegamos al séptimo día de este Dakar 2015 y la única categoría que parece más que encarrilada es la de camiones. En más de una ocasión habréis escuchado que el que es el rally-raid más duro y famoso del planeta es casi una cuestión de estado en Rusia. Al igual que en el caso del apartado de coches con Peugeot, KAMAZ es la única escuadra 100% oficial (incluso cuentan con el apoyo del gobierno de Putin) y por tanto la obligación de conseguir la victoria es algo que los pilotos tienen en mente desde que se da el pistoletazo de salida a la carrera.
En esta ocasión parece seguro que el triunfo acabará en manos de uno de los camiones rusos después de que los rivales hayan cayendo uno a uno a lo largo de la primera semana de carrera. En este caso, los camiones de De Rooy han sido los principales damnificados tras los problemas de diferencial trasero de Gerard durante la cuarta etapa y después de que Hans Stacey, última esperanza del equipo también tuviera un pinchazo y problemas con la dirección durante la etapa del jueves (además de los problemas electrónicos que le acosaron los primeros días de carrera) el equipo IVECO De Rooy tenía que decir prácticamente adiós a sus posibilidades de victoria.
Con la principal alternativa descartada, el MAN del checo Ales Loprais se colocaba como rival preferido para aquellos que no desean la victoria rusa. Sin embargo, la sexta etapa le ha dejado fuera de juego con más de hora y media ya perdidas en la general, algo que ha permitido al MAZ del bielorruso Siarhei Viazovich escalar posiciones y colocarse como primer no KAMAZ de la tabla.
Por delante, Eduard Nikolaev está sembrando su reino del terror con un ritmo prácticamente incontestable por sus compañeros de equipo. Mardeev parece el único capaz de aguantar el tipo, con apenas 13 minutos de diferencia con el camión 502, mientras que Karginov, ganador del último Dakar, ayer tuvo un vuelco y se encuentra relegado a la tercera posición a más de 38 minutos del líder. En cuarta posición el cuarto KAMAZ oficial, el de Dimitry Sotnikov que vuelve a ocupar la misma plaza en la que terminó la pasada edición. Si no ocurre un cataclismo, este año el tuareg volverá a ser para un camión ruso.
