Ayer los pilotos debían ser muy cuidadosos y tratar de llegar con el coche lo menos dañado posible al vivac teniendo en cuenta que no iban a contar al final de la jornada con su equipo de mecánicos y que serían ellos mismos los que tendrían que solucionar cualquier contingencia. Sin embargo no siempre salen las cosas como un quiere y sino que se lo pregunten a Juan Manuel el “Pato” Silva y a los chicos del Martillo Racing.
Ambos equipos ayer sufrían dos fuertes accidentes, con vueltas de campana incluidas, de los que afortunadamente ambas tripulaciones salían ilesas. Tan sólo el copiloto del argentino sufría una fractura en uno de sus tobillos, algo que podemos considerar como una nimiedad si observamos con detenimiento ambos golpes. Obviamente, además de por lo aparatoso del accidente, el hecho de tratarse de la etapa maratón eliminaba a ambos equipos fuera de carrera.
Fue fuerte en un lugar muy rápido. Levanté, pero me encontré con un badén con una rampa muy fuerte. El auto salta, pica y cae de punta. Fue una desgracia con suerte y ya sabemos a lo que estamos expuestos.
La zona sin duda era complicada, con una pequeña rampa que hacía a los pilotos volar y que si no se gestionaba bien el acelerador el coche terminaba clavando el morro en la arena y volcando. La misma situación ocurrida con el Mercedes de Silva, ocurría minutos después para los miembros del Martillo Racing pilotado por el canadiense Matthew Campbell que daba varías vueltas de campana y su buggy se incendiaba mientras el público se afanaba en ayudar a la tripulación sudamericana con el consiguiente riesgo. Afortunadamente no fue nada más.
