Las voces que advertían de los problemas que tenía el Peugeot de fiabilidad y de diseño parece que no estaban nada desencaminadas. La firma del león se plantó en la salida del Dakar 2015 con muy pocos kilómetros de test y sin conocer cuáles eran los verdaderos límites del 2008 DKR. Y durante los siete primeros días de carrera se ha demostrado perfectamente que los galos no estaban preparados para regresar al Rally-Raid más duro del planeta.
Siete etapas en las que los hombres de Peugeot han experimentado prácticamente todos los problemas que puedes vivir en el Dakar. Ruedas rotas, problemas con la presión del turbo, pinchazos, fallos en la dirección asistida, vuelcos… Posiblemente han recabado en una sola semana con los tres coches en competición más datos que los que obtuvieron durante los ajetreados test que se desarrollaron durante la segunda mitad del 2014.
Así lo apuntaba el propio Carlos Sainz tras su abandono, asegurando que con cinco días en el Dakar ya sabían qué está mal en este 2008 DKR. Y es que el modelo francés ha demostrado no ser tan competitivos como se había hablado en los distintos terrenos. Durante los primeros días, el buggy de Peugeot se encontraba perdiendo en torno a los 2 segundos por kilometro con los 4×4 de Mini que ya se habían estimado meses antes de comenzar la prueba, mientras que en el terreno abierto y desierto se ha mostrado mucho más cómodo, pero sin ser más competitivo que otros 2RM como el de Robby Gordon.
Todo esto nos lleva al día de ayer, etapa maratón donde Peterhansel volvía a dejarse otros 10 minutos con respecto al ganador, Orlando Terranova que volvía a conseguir una victoria para la evolución del All4 Racing. El copiloto de Carlos Sainz, ya de regreso después del abandono del jueves acudía al plató de Teledeporte y dejaba el dato en directo de que Peugeot está ya trabajando en una nueva configuración para afrontar la edición 2016, siguiendo las palabras del propio Sainz que ya advertía que se encontraban trabajando para llegar al próximo año con opciones de victoria.
No os asustéis, con “nueva configuración” no se está refiriendo a que la evolución del 2008 DKR pueda pasar a ser 4×4 en 2016. Este Dakar y la ASO se encaminan cada edición más a una prueba hecho para el concepto buggy (por ello X-Raid ya se ha puesto manos a la obra para construir el suyo), hablándose de la inclusión de cuatro o cinco días más de desierto, y por ello Peugeot no va a cambiar de concepto. ¿Por qué estoy tan seguro de que la ASO no seguirá con recorridos favorables para los tracción total? Pues obviamente porque buscarán beneficiar dentro de lo posible a la única marca 100% oficial que hay en carrera, más si en dicho equipo hay nombres con tanto peso como son Peterhansel, Sainz, Despres… y tal vez en 2016 Sébastien Loeb.
La experiencia es fundamental. Para ganar con estos coches de dos ruedas motrices tienen que estar muy bien hechos, muy probados… no es fácil hacer un buggy ganador. Hoy por hoy tienen ventaja de la reglamentación y si ASO decide poner cuatro o cinco días de desierto más los buggies tendrán más opciones. Si van o no a ser competitivos en buena parte depende de esto.
El concepto está claro que es bueno. La potencia y ligereza de los buggies, sumado a los grandes recorridos de suspensiones (460 mm), la posibilidad de inflar y desinflar desde el interior y alguna concesión más o manga ancha que la ASO ha realizado con Peugeot para la edición de este año. Era arriesgado, pero nadie duda que con un año completo para preparar la edición 2016, el león será competitivo (y más ligero) y tratará de evitar que X-Raid siga dominando la carrera. Veremos en qué consiste esta nueva configuración que anuncia Lucas Cruz…