No solo el ecosistema australiano resulta sorprendente, su «fauna» automovilística también. De allí que cada temporada del Campeonato Australiano de Turismos sea una vitrina para observar determinados modelos de coches que no suelen comercializarse en el resto del mundo. Representativo es el caso del Ford Falcon más famoso, el XB GT de 1976 que protagonizó, junto a Mel Gibson, la saga Mad Max.
Para este año, la V8 Supercars contará con la participación de las marcas Nissan, Volvo, Mercedes, Holden y Ford, la cual anunció el retiro de su departamento Ford Performance Racing para el 2016. Este campeonato, Ford competirá con el Falcon FG X, una evolución del FX que se encuentra en fase de pruebas para homologar su aerodinámica.
Uno de los aspectos más interesantes del torneo resulta el hecho de poder observar, desde una perspectiva diferente, la rivalidad más tradicional de marcas norteamericanas. Ford y General Motors, con coches de serie y motores V8 de 5 litros, de 630 Caballos, compitiendo en diversos circuitos, diferentes a los óvalos. En Australia y Nueva Zelanda, desde hace unas cuantas décadas, los modelos fabricados por Ford y por Holden (GM) han sido los más vendidos, de allí que cada marca tenga legiones de fanáticos, lo que ha garantizado la solidez de la V8 Supercars.
Pero, más allá de los Holden Commodore VF y de los Ford Falcon FG X, los otros competidores también merecen su reconocimiento. El Mercedes AMG E63 del equipo Erebus, el Nissan Altima L33 de Nissan Motorsport y el Volvo S60 de Garry Rogers darán colorido al campeonato, cuya primera cita inicia el próximo 28 de febrero en el circuito de Adelaide.
Vía | speedcafe