Hasta el momento hemos considerado a Volkswagen como el favorito para este Mundial de Rallyes 2015. Junto con Citroën, son los dos equipos que cuentan con mayor número de mejoras para este Rallye de Monte-Carlo. Sobre todo en el marco de la mecánica ya que ambos cuentan con novedades bajo el capot. Con Hyundai volcada en su nuevo coche (esta vez sobre la base del i20 Coupé), la incertidumbre sigue girando en torno al único equipo privado con apoyo de técnico de Ford, el de M-Sport.
El equipo de Malcolm Wilson también ha tirado la casa por la ventana y ha decidido reinvertir parte de las ganancias cosechadas con la venta de los R5 para renovar su sede y circuito de pruebas y además para evolucionar el Ford Fiesta RS WRC. El modelo de la firma del ovalo contará con un nuevo motor, esta vez desarrollado por la propia M-Sport en Cumbria después de haber roto su relación en este apartado con Pipo Moteurs que pasa ahora a centrarse en ayudar a Hyundai con su propulsor.
No será fácil recortar la brecha que actualmente tiene en cuanto a rendimiento respecto al Polo R WRC ya que tanto el modelo germano como el Citroën DS3 WRC ya estrenan en la cita monegasca un nuevo corazón con mayor potencia y par. El chasis se mantendrá prácticamente intacto, pero el resto de áreas seguirán recibiendo mejoras a lo largo del año, consistiendo todas ellas en la mayor evolución del Fiesta desde su debut en 2011.
Sin embargo, tendremos que esperar hasta Portugal, donde se espera que haga su acto de aparición la versión 2.0 del Ford. Decimos que se espera ya que el propio Malcolm Wilson ha reconocido pequeños retrasos que no han afectado por el momento seriamente al proyecto. Hasta entonces, parece que M-Sport deberá seguir confiando en que la evolución les permita dar ese gran salto que les aúpe a la lucha por las victorias. Misma situación que Hyundai, que se ha plantado en Monte-Carlo únicamente con 8CV de potencia más y una suspensión trasera algo modificada.
Vía | Autosport