Hay que reconocer que la entrada, o regreso, de los motores turbo a la Fórmula 1 no ha tenido todo el impacto positivo que se esperaba. Además de propulsores mucho más caros, el sonido poco excitante y la falta de potencia han sido dos de los caballos de batalla durante todo el 2014. Tanto, que algunos ya han empezado a hablar sobre la posibilidad de regresar a los V8 atmosféricos o incluso como en el caso de Ferrari, a sugerir un cambio a los motores V8 biturbo sin MGU-H y con el KERS y turbo estándar para todos los equipos.
Mientras que Niki Lauda y otras voces autorizadas piden llevar estos nuevos propulsores turbos por encima de las cifras de 1.000 CV (y neumáticos más anchos en el eje trasero) para hacer la Fórmula 1 más atractiva para el espectador, el director deportivo de Pirelli, actual suministrador de neumáticos del Gran Circo, reconoce que los monoplazas serán mucho más rápidos este año. En concreto el británico habla una mejoría de hasta tres segundos por vuelta.
Sin embargo, esta mejora no vendrá producida por un cambio en el compuesto de los neumáticos, que se mantendrán estables tras el tormentoso 2013 y tras un 2014 en el que los pilotos han sido muy críticos con los productos del fabricante italiano por considerarlos demasiado duros. Según Hembery, la mejora vendrá de la mano de los desarrollos aerodinámicos y de la evolución en los motores. Recordemos que estos últimos podrán mejorarse por medio de la utilización de un número de fichas, cada parte de la Unidad de Potencia tiene un número designado de fichas y si el equipo la cambia perderá esas fichas.
Si los datos del director deportivo de Pirelli son ciertos, los tiempos marcados por los V10 podrían ser igualados por los V6 Turbo en medio de todas las críticas y propuestas para mejorar la situación de los motores. De momento, Hembery cree que sus neumáticos serán más exigidos este 2015 después de haber pecado de conservadores la pasada temporada.
Vía | Autosport
