Los aficionados al WEC (World Endurance Championship) y a las 24 horas de Le Mans están de enhorabuena este 2015. Tres coches de Audi y Porsche en Le Mans, rumores sobre un tercer coche de Toyota en la prueba francesa y lo más importante, el retorno de Nissan. Este último nombre ha hecho mucho ruido en los últimos meses aunque siempre de forma no oficial. Lo que está claro es que han sabido manipular la maquinaria de marketing a la perfección… pero el Nissan GT-R LMP1 será también una máquina innovadora y revolucionaria.
En estos casos es mejor no andarse por las ramas e ir directamente a lo importante. El Nissan GT-R LMP1 será un coche con motor delantero (central-delantero, de hecho) con tracción a las ruedas de delante. En efecto, un coche de la categoría LMP1 con tracción delantera para luchar con los tradicionales tracción trasera (aplicando la tracción integral gracias a los sistemas de recuperación de energía). Una locura, ¿verdad? Pues no tanto como parece.
Revolución técnica
El concepto de Nissan es «simplemente» construir un coche al revés. Donde los rivales sacan la potencia del motor de combustión y aplican los recuperadores de energía en el eje delantero, la marca nipona utiliza los motores eléctricos en el eje trasero, siendo además su principal fuente de potencia. Según han podido averiguar fuentes cercanas a Diariomotor Competición, la cifra total es de cerca de 1600 caballos. Una locura, desde luego, aunque viene con matices.
El motor de combustión es un V6 biturbo de 3000 centímetros cúbicos basado en el del GT-R de calle aunque rediseñado para las necesidades de un coche de carreras. Este motor entrega «solo» unos 560 caballos de potencia que irían a parar al eje delantero que por cierto incluye un sistema particularmente complejo de reparto de tracción. Este sistema permitirá dirigir hasta el 80% de la tracción a la rueda exterior mientras se traza una curva con el objetivo de eliminar el subviraje que sin duda sufrirá el GT-R LMP1.
Innovación a través del sistema «flybrid»
Pero el verdadero mérito del coche se encuentra en su sistema de recuperación de energía, que es el orgullo de Nissan. Dicho sistema se centra en algo que están llamando «flybrid» que incluiría una configuración con dobles volantes de inercia de carbono que generarían un total de 1000 caballos de potencia desde el sistema de frenada. Esta potencia va a parar al eje trasero, lo cual es más lógico de lo que a priori puede parecer.
En la automoción, siempre hay que intentar que la transmisión de potencia en el eje trasero sea lo más lineal posible. Y evidentemente no hay potencia que se transmita de forma más lineal que la eléctrica, libre de las sacudidas naturales de la combustión. Además, esto dejará al Nissan con 1000 caballos en el eje trasero (que se utilizarán sobre todo en aceleración) y unos 560 en el eje delantero, recuperando un reparto más tradicional de potencia en LMP1, así como más parecido al de los rivales de Toyota, Audi y Porsche.
Otro tema comentado desde hace bastantes semanas es el del mayor tamaño de las ruedas delanteras. Estas serán más anchas que las traseras con el objetivo de reducir la resistencia aerodinámica. Precisamente la aerodinámica ha dictado el diseño de un sistema de canalizado de aire frontal bastante creativo que circulará alrededor del cockpit. Además, también ha dictado que el eje trasero no estuviera situado en medio del flujo de aire. Todo esto forma parte de la revolución técnica de Nissan.
Maldito marketing, bendito marketing
Pero, ¿qué ha llevado a Nissan a intentar algo tan distinto? Aunque nos gustaría pensar que ha sido la pasión por la tecnología o por innovar, la realidad es más fría y menos interesante y la hemos vislumbrado ya en las primeras fotos filtradas del test en Austin aunque lo veremos con más claridad cuando el coche se presente de forma oficial; marketing. El Nissan GT-R LMP1 ya nos podía hacer sospechar con su nombre y la elección de motor delantero que quedó clara hace semanas.
Pero lo que sella el trato es el uso de parrillas delanteras y faros traseros inspirados en el GT-R de calle. Total, que Nissan ha querido utilizar la imagen su buque insignia de calle y transformarlo en una bestia para LMP1. Valiente, sí. Con un potencial impresionante a nivel de marketing tanto por la relación con el coche de calle como por lo distinto del proyecto, claro. Pero sobre todo distinto y eso hay que celebrarlo.
La presentación oficial del coche deberemos verla durante el espacio publicitario de la Super Bowl, algo que asegurará que medio mundo vea el nuevo «Nissan de carreras». Un movimiento que seguro que le ha costado una importante cantidad de dinero a Nissan pero todo formará parte de su máquina de marketing, que tan bien ha funcionado hasta ahora. Ah, y con todo esto, no nos olvidemos que Marc Gené será uno de los hombres que se suba a este coche tan singular.