Con el “difícil” sistema de evolución de los motores marcado por la FIA y tras toda la corriente de voces que se despertó ante el anuncio por parte de la propia Federación de que por un agujero en el reglamento, los fabricantes de motores podrían seguir evolucionando sus unidades de potencia una vez empezada la temporada, parece que la polémica se ha quedado en poco más que nada.
Los fabricantes, que tiene a su disposición 32 tokens (también llamados fichas) para gastar y evolucionar las unidades, lo que corresponde en torno a un 48% de cambios que se pueden realizar en los propulsores. A pesar de que las primeras informaciones apuntaban a que tanto Renault, como Ferrari o Mercedes se iban a guardar unos cuantos tokens para seguir introduciendo evoluciones a lo largo de la temporada, parece que finalmente no será así.
Mercedes-Benz podría gastar todos los tokens de golpe, llevando una gran evolución a Melbourne y comenzando la temporada con una gran ventaja teórica frente a sus rivales. Estos motores 2.0 sólo estarán disponibles para los hombres de Mercedes AMG, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, mientras que el resto de equipos clientes de la marca de la estrella irán recibiendo evoluciones a lo largo del año para contar al final del año con un propulsor muy similar a los de Brackley.
El caso de Renault es muy parecido al de los alemanes. Centrándose más en el rendimiento pero sin descuidar la fiabilidad, la firma del rombo ha hecho lo que según ellos son “cambios fundamentales”, algo que a buen seguro agradecerán sus únicas dos escuderías, Red Bull y Toro Rosso. Según Rob White, Director Técnico, se han utilizado la mayoría de tokens para la primera carrera y sólo se ha guardado una pequeña cantidad para evolucionar durante el año.
Los principales cambios implican al motor de combustión interna, el turbocompresor y las baterías. El ICE tendrá una nueva cámara de combustión, un sistema de escape conceptual y trompetas variables, según lo permitido por la normativa de este año. El compresor es más eficiente, mientras que los sistemas de recuperación de energía son capaces de hacer frente a un uso más severo. La unidad de 2014 ya estaba bien colocada en su centro de gravedad, sin embargo, la hemos compactado para dar mayor facilidad de integración en el chasis.
