En Europa estamos más que acostumbrados a ver a los World Rally Cars yendo a fondo y apoyándose constantemente en los taludes cuando les toca disputar citas invernales como la del Rally de Suecia. Lo que permite tal confianza a los pilotos en superficies con tan poco agarre son precisamente los neumáticos con clavos que dan ese extra de agarre donde el caucho ya no llega. Sin embargo, hay lugares en los que se atreven a competir sin ellos.
Muchos de los que habéis visto las imágenes del Sno*Drift Rally, tradicionalmente primera cita del Rally America, habéis destacado que los pilotos van casi parados, y los que no suelen visitar con mucha asiduidad las cunetas. No os sorprendáis, la explicación es que no llevan neumáticos con clavos ya que en dicho campeonato (al igual que en siete estados de EEUU) no están permitidas dichas ruedas.
Allí los pilotos tienen distintas elecciones entre los neumáticos de invierno, con un compuesto específico para hielo (donde la superficie punteada de la banda de rodadura ayuda a conseguir agarre en superficies ultradeslizantes) junto a un neumático muy estrecho como el que se utiliza en Suecia, para tramos con mucha nieve y en los que se pretende llegar lo más profundo posible para buscar la tierra y por tanto el agarre. Obviamente la tracción no es la misma que con clavos y se hace difícil imaginar un Rally de Suecia con los pilotos viéndose obligados a tomar el ritmo de las secciones más complicadas del Monte-Carlo.