Con Marussia F1 contra las cuerdas (Caterham ya está fuera) tras el no rotundo del F1’s Strategy Group, las noticias sobre los esfuerzos del equipo por tratar de convencer a todo el mundo de que serán capaces de estar preparados para 2015, se suceden. Y también saltan a la palestra los defensores de los equipos pequeños, como Giancarlo Minardi. El anteriormente conocido como farolillo rojo permanente de la parrilla (cosa que no es así de cierta al 100%, pues Minardi tiene el honor de ser el pequeño más prestigioso, para un servidor, y coche de entrada para muchos pilotos que fueron y son estrellas actuales de la F1,) defiende que los equipos pequeños son la salsa de la F1.
No solo son la salsa de este deporte, sino que afirma que, sin escuderías pequeñas, con más pasión que recursos, la parrilla de la F1 se llenaría de [malvados] constructores con infinitos recursos, y utilizando la Fórmula 1 como herramienta de marketing de sus productos, antes que como lo que es, un deporte de pasiones y superación. Esto es, más o menos, mi resumen de sus declaraciones, que son, traducidas, las siguientes:
Esta situación me recuerda a las temporadas ’96 -’97, cuando defendí con mucha fuerza la importancia de los equipos pequeños. Argumenté que sin equipos que participasen con gran pasión, pero pocos medios (esperando, quién sabe, encontrar los fondos adecuados para el futuro) y en la última fila de parrilla, se limitaría el número de equipos fabricantes [se refiere a los grandes motoristas, NdA].
Esta situación ha ocurrido en varias ocasiones en la década de 2000. Los fabricantes no esperan años para crecer y lograr resultados positivos. Tienen objetivos comerciales y de imagen a corto plazo.
La cuestión es, por tanto, que los equipos pequeños son necesarios para la Fórmula 1. Yo estoy de acuerdo, pero a medias. No estoy de acuerdo en que deba haber equipos pequeños que suben a pilotos con el maletín a rebosar, si no tienen el talento suficiente (y el año pasado vivimos un momento de este tipo cuando en Marussia»tiraron» a Chilton en Spa, para poder «vender» su asiento, y subieron a Alexander Rossi el viernes). Estoy de acuerdo en que haya equipos pequeños que den oportunidad a pilotos promesa, como en ocasiones (no siempre) lo era Minardi. Al menos a uno, aunque haya otro que «ponga la pasta».
Hoy, el piloto promesa sube a Toro Rosso que, a pesar de ser un Minardi digievolucionado, es una escudería que nace de las brasas, y con el ADN, de la antigua escudería. Pero Toro Rosso no es una escudería pequeña, ¿verdad? De todos modos, que no haya equipos como Marussia o Caterham no significa que haya un dominio 100% de fabricantes, ¿qué pasa con escuderías como McLaren, Williams, Lotus…? Esas no son fabricantes, ni motoristas.
Foto | TMWolf