Las deserciones de las escuderías Caterham y Marussia, además de los problemas económicos que afectan a Force India, Sauber y Lotus, tienen a Bernie Ecclestone ideando planes de contingencia en el caso de que la espantadas de equipos siga avanzando. Uno de sus planes era crear una «segunda división» de la Fórmula 1, una categoría sustentada en chasis Red Bull RB9 de 2013, impulsados por motores V8 de procedencia Mecachrome. No obstante, la gestación de la «Súper GP2» fue truncada de inmediato por los representantes de Mercedes AMG, Ferrari y McLaren.
Hipotéticamente, la parrilla 2015 de Fórmula 1 iniciará con nueve equipos, cifra alarmante para los intereses de Bernie Ecclestone, responsable de organizar el campeonato, quien admite su preocupación al observar los costos y lo poco atractivo que ha resultado para el público y para los nuevos inversionistas la versión híbrida de la categoría.
Según la publicación alemana Auto Motor und Sport, Ecclestone presentó su propuesta ante el Grupo de la Estrategia de la Fórmula 1 y argumentó que una «Súper GP2» costaría a cada equipo interesado unos 15 millones de euros, lo que garantizaría la presencia de muchos monoplazas en pista. Como parte del proyecto fueron mencionados Colin Kolles y Flavio Biratore, quienes serían los responsables de vender los chasis y los motores.
Aunque la idea de Bernie Ecclestone no luce mala sobre el papel, habría que analizar primero el destino de la actual GP2, categoría que atraviesa por un periodo de decadencia desde hace algunos años ya que se ha convertido en todo lo contrario al objetivo por el cual fue constituida. En la misma línea también figura la Fórmula E, otra categoría monomarca a la que le ha resultado cuesta arriba establecerse en la preferencia de los aficionados.
Lo de una «Súper GP2» lleva tiempo en la mente de Ecclestone y no será la primera ni la última propuesta que se verá este año para evitar un posible naufragio de la Fórmula 1 y la consecuente pérdida del negocio que ha manejado durante décadas.
Vía | motorsport