Aunque hace poco más de un mes Racecar Engineering ya mostró el proyecto, no ha sido hasta esta semana cuando Perrinn ha liberado para sus miembros los diseños del monoplaza que pretenden diseñar respetando el reglamento del Mundial de Fórmula 1.
El proyecto, al contrario que el myLMP1 con el que dieron sus primeros pasos, no está destinado a la competición, sino que su intención es permitir a pilotos rodar con un coche lo más parecido posible a los que compitan en Fórmula 1 sin contravenir las restricciones reglamentarias que hay impuestas para los entrenamientos privados.
Aún así, que nadie se ilusione. A juzgar por cómo tras dos años el myLMP1 sigue sin ser una realidad y que una iniciativa así obviamente torpedea el negocio de compra-venta de asientos de los equipos actuales de Fórmula 1 (ya sea con coches actuales o de al menos dos años), además de que ya en el pasado equipos sin licencia como Stefan GP sufrieron para que se les suministraran neumáticos de F1, el reto de Perrinn no será nada sencillo.
