Todos los años, como la navidad, regresa a nuestras casa el rumor sobre la posibilidad de que el Rally Safari regrese al lugar del que nunca debió salir, el Mundial de Rallyes. En 2014 se hablaba de que la prueba keniata podría pasar la preinspección durante esta temporada (con intención de volver al WRC en 2017) después de que la edición del año pasado se disputase con los tramos cerrados al tráfico. El shakedown incluso se realizo en un terreno privado. Sin embargo los planes se han ido por el desagüe.
Lejos de organizar una prueba con normalidad que le permitiese ser candidata al calendario del Mundial de Rallyes en 2016, los organizadores del Rally Safari han retirado la prueba del Campeonato Africano de Rallyes (se queda únicamente en siete fechas), alegando los altos costes que conlleva una prueba como esta. Desembolso que no se ve justificado si observamos las listas de inscritos tan cortas que se llevan a cabo en dicho campeonato.
Tras 29 años formando parte del Mundial de Rallyes, la prueba lleva más de una década fuera de su calendario (desde 2002) y reveses como este nos hacen presagiar que será difícil volver a ver a la prueba del continente negro de nuevo en el campeonato. Los aficionados más recientes al WRC posiblemente no hayan visto ni tan siquiera imágenes de una prueba siempre espectacular y si miramos entre los pilotos habituales, únicamente Sébastien Loeb compitió en dicha cita. Colin McRae seguirá teniendo el honor de ser el última ganador de la prueba dentro del marco mundialista.
La Federación de Automovilismo de Kenia intentará mantener vivo el legado del Rally Safari, celebrando una prueba de tres días durante la Pascua con largas especiales tal y como es tradición en este rally, pero el sueño de volverlo a ver dentro del torneo intercontinental parece estar aún más lejos de convertirse en realidad. Un rival menos para las opciones de China.
Vía | Autosport
