Mientras empiezan a correr como la pólvora rumores de que Fernando Alonso podría perderse el comienzo de temporada en Australia, la Federación Internacional de Automovilismo ha decidido abrir el “Alonsogate” y estudiar las causas que provocaron el accidente del asturiano y por qué los elementos de seguridad no funcionaron correctamente para minimizar las consecuencias del choque sobre el piloto.
Todo ello después de que la versión oficial dada por McLaren en su comunicado del martes no haya terminado de convencer a nadie y que las declaraciones de Sebastian Vettel y el fotógrafo presente en la curva el accidente contradigan el texto de los de Woking. Un comunicado que además llegó demasiado tarde, cuando la rumorología y las teorías conspiranoicas ya se habían disparado.
La FIA ha recabado los datos de telemetría del MP4-30 pilotado por Alonso y también tiene posesión de las grabaciones de las cámaras de seguridad del circuito, habitualmente utilizadas por Dirección de Carrera para controlar las carreras desde la torre de control. Veremos, cuál es la conclusión, pero está claro que algo falló el pasado domingo y las actuales medidas de seguridad siguen dejando grandes brechas.
