Con un Campeonato del Mundo de Fórmula 1 azotado por la crisis económica, en la que los asientos de los equipos más pequeños se consiguen a golpe de maletín, cada vez más otras categorías se benefician del overbooking del gran circo. El primero de ellos es el Campeonato del Mundo de Resistencia y su gran fiesta en forma de las 24 Horas de Le Mans.
Con Toyota, Nissan, Porsche y Audi utilizando esta disciplina para presumir de tecnología (mientras que en la Fórmula 1 tan sólo Mercedes y Ferrari tienen sus propios equipos de fábrica) la llegada de pilotos provenientes de la Fórmula 1 se ha convertido en una constante. Tras el interés mostrado por Fernando Alonso o Jenson Button, el desembarco de los “jubilados” Mark Webber y Marc Gené (hace ya unos años) y los recién llegados Nico Hulkenberg y Max Chilton se completa una terna de ex-F1 más que notable.
Además de estos nombres, Kevin Magnussen, actualmente piloto reserva de McLaren (y sustituto de Fernando Alonso durante los últimos test de pretemporada) ha mostrado su interés de seguir los pasos de su padre, Jan, y formar junto a él equipo en Le Mans dentro del equipo de fábrica de Corvette. Sin embargo, ya no había sitio para él por lo que deberá esperar.
Le dije a mi padre si él podía preguntar a Corvette si había un sitio disponible. Eso hubiera sido genial, formar equipo con mi padre en Le Mans para intentar ganar la clase, pero ya estaba completo el equipo.
Sin posibilidades de competir con McLaren esta temporada (ya cuentan con Button y Alonso) la opción de Manor Marussia F1 se abrió delante de él. La escudería mantiene deudas con los de Woking y tal vez una de las exigencias de los británicos podría haber sido la de colocar allí a uno de sus jóvenes pilotos. Según Magnussen, nunca hay que cerrar puertas, pero no se ha discutido dicha posibilidad. Hace unas semanas la IndyCar era una alternativa e incluso competir en GT’s con alguno de los McLaren puede ser otra opción para no perder el ritmo de competición.
Vía | RACER