Nicolas Groubert, director técnico de la marca francesa, aseguró que no retornarán a la Fórmula 1 mientras los reglamentos estipulen la durabilidad de los compuestos, una situación que les resulta contraproducente desde todos los ámbitos. Se creía que con la introducción de los neumáticos traseros más anchos y los motores más potentes, Michelin intentaría regresar, pero ya han dejado claro que no les interesa una competición donde se programa una destrucción sistemática de los neumáticos.
Michelin estuvo en la Fórmula 1 hasta el año 2006, desde entonces la opción de un único proveedor ha favorecido tanto a Bridgestone (desde 2007 hasta 2010) como a Pirelli (desde 2011 hasta nuestros días), haciendo la salvedad de que a cada fabricante se les ha exigido crear desde neumáticos rayados capaces de durar toda una carrera, hasta compuestos que se destruyen en menos de 10 vueltas.
A Pirelli le ha resultado todo un dolor de cabeza adaptarse a los requerimientos de la Fórmula 1, una situación que le ha ganado numerosas criticas negativas ya que su etapa se ha caracterizado por los neumáticos inseguros y con duración muy limitada, una «estrategia» premeditada por los organizadores para generar más detenciones en los boxes.
Groubert indica que una marca como Michelin tiene una sólida filosofía y radica en la longevidad de sus productos, por muy fuertes que resulten las exigencias. De allí que el enfoque de la empresa permanezca en otras competencias como la Moto GP, donde las vueltas más rápidas suelen realizarse en los tramos finales de la carrera, justamente cuando el rendimiento de los neumáticos debería ser menor.
En competencia, siempre tratamos de encontrar el equilibrio entre agarre y durabilidad. En MotoGP hacemos todo lo posible para lograr la vuelta más rápida al final. Esa es una de las razones por las que no nos interesa la Fórmula 1. No estamos de acuerdo con las reglas de los neumáticos que se degradan rápidamente, eso es contraproducente. Queremos mostrar lo contrario.
Vía | speedweek
