Apenas se han disputado cuatro carreras de las 10 que conforman el calendario, pero parece que la Fórmula E no ha terminado de llegar al corazón de los aficionados con una audiencia difícil de mantener. Esto ha llevado a que Mediaset haya tomado la decisión de no emitir el próximo ePrix que se celebrará en Miami este mismo fin de semana a través de su canal Energy y procederá únicamente a emitirlo en formato web a través de mitele.es.
Y lo cierto es que no podemos culpar de nada a la empresa. Las cifras de audiencia televisiva no han superado prácticamente los 100.000 televidentes en lo que fue una apuesta arriesgada por parte de Mediaset. El aficionado no ha terminado de acostumbrarse al tipo de competición, al formato de carreras (vaya esperpento se vio en Argentina), a los monoplazas y elementos tan innovadores como el de premiar a un piloto con el fanboost gracias a las redes sociales.
La falta de promoción y la dificultad de enterarse de los horarios de unas carreras que se disputan los sábados han terminado de dar el golpe de gracia. ¿Lo mejor de todo? Los pilotos y las ganas de ofrecer algo distinto en una época en la que el automovilismo debe reinventarse. Tal vez no ha sido el camino adecuado, pero a los valientes hay que aplaudirles (independientemente de que la cabeza visible se llame Alejandro Agag o Pablo Iglesias) hasta en el fracaso. Una muestra a la FIA de que tal vez los seguidores no estemos preparados para experimentos con gaseosa.