La semana del equipo Sauber en Australia da para película. Los suizos pasaron cinco días por la Corte Suprema del Estado de Victoria, se perdieron los Libres 1, vieron sobre ellos la amenaza del embargo y la prisión para Monisha Kaltenborn y terminaron el primer Gran Premio de la temporada como terceros clasificados del Mundial de Constructores.
Eso sí, gran parte del mérito hay que atribuírselo a Felipe Nasr, que nos dio una bofetada a todos los que pensábamos tanto que sus tres temporadas en GP2 demostraban que sin una ingente cantidad de kilómetros de test en él no había piloto como que en pretemporada sus tiempos se debían a las necesidades económicas de Sauber.
Si su prestación el sábado quedó tapada por el hecho de no acceder a la Q3, el brasileño se encargó de enmendarlo con una muy buena salida el domingo en la que milagrosamente libró cualquier daño al quedar emparedado entre Kimi Räikkönen y Pastor Maldonado. A partir de ahí su ritmo fue brillante y nadie le pudo toser hasta hacerse con su brillante quinto puesto final.
Marcus Ericsson también puntuó por primera vez este fin de semana, aunque difícilmente se puede encontrar brillo en su actuación. El octavo puesto logrado al adelantar a Carlos Sainz en las últimas vueltas bien puede ser una despedida y cierre si Giedo van der Garde llega a un acuerdo con Sauber. ¿Será Manor una solución? En todo caso Monisha Kaltenborn puede respirar aliviada hasta mañana.
