Hace unos días os comentábamos las dificultades que estaban planteando los fabricantes y los proveedores de neumáticos del WRC para que finalmente salga el formato que habían propuesto los organizadores del Rallye de Córcega con cuatro tramos de 70 kilómetros y una Power Stage final de 20. Ahora son los organizadores del Rally de México los que han confirmado que planean seguir este camino para la próxima temporada.
A pesar de que en 2015 aseguraban que no habían cambiado prácticamente respecto a la pasada edición porque habían encontrado la estabilidad y el recorrido más adecuado, los responsables de la cita norteamericana del Mundial han confirmado a Autosport su intención de aumentar el reto planteado a los retos con al menos un tramo que llegue al máximo kilometraje permitido actualmente en el WRC, o lo que es lo mismo, una especial cuyo recorrido llegue a los 80 kilómetros.
Recordemos que este año el Rally de México tuvo casi 400 kilómetros contra el crono y que al final de la primera etapa sólo siete World Rally Cars continuaban en carrera (la mayoría de los abandonos pudo reengancharse gracias a la normativa Rally2). El objetivo es el de mantener ese kilometraje total, pero poniendo un punto más de dureza con un tramo “rompecoches” y que pondrá a prueba las condiciones físicas y solidez mental de los pilotos. Sin duda se convertiría en el rally más duro del actual WRC. Veremos si les dejan.
Hace dos años tomamos la decisión hacer de este evento una prueba de resistencia. Los equipos han hecho un largo camino para llegar a México y queremos hacer que valga la pena con algunos tramos largos. Estamos buscando una manera de hacer un tramo de 80 kilómetros y con los caminos que tenemos aquí no sería demasiado difícil.
