Pues va a ser que 2014 fue un año de adaptación. Juan Pablo Montoya ha vuelto. Ya se le vio en una gran forma a finales de 2014, pero el colombiano se ha encargado de confirmárnoslo al alzarse con la victoria en la primera carrera de IndyCar Series de 2015, en las calles de Saint Petersburg.
La cita inaugural del campeonato demostró que por el momento Chevrolet y muy en especial Penske tienen una ventaja sobre Honda y el resto de equipos, achacable tanto a motor y kit aerodinámico como al temible plantel de pilotos reunido por Roger Penske al decidir aumentar a cuatro coches su equipo.
Tras una jornada de entrenamientos el viernes pasada por agua, la sesión de clasificación tuvo lugar el sábado con Will Power como máximo favorito y el australiano no decepcionó al batir el récord de la pista, vigente desde 2003, aún en tiempos de la CART. Así pudo hacerse con la pole position por delante de sus tres compañeros de Penske, Pagenaud, Castroneves y Montoya, separados todos ellos por menos de dos décimas.
En carrera Montoya se desquitaría y logró colocarse en cabeza tras la última ronda de paradas en boxes pese a que Power lideró buena parte de la carrera y parecía tener mejor ritmo. El oceánico llegó a intentarlo de forma muy agresiva a una decena de vueltas de la bandera a cuadros, pero Montoya cerró bien la puerta y Power dañó ligeramente su alerón delantero, dejándole sin opciones.
Y es que el lado oscuro de los kits aerodinámicos se reveló en carrera. El enorme número de aditamentos aerodinámicos montados por Chevrolet y Honda fue dejando trozos de fibra de carbono por la pista según avanzaba la carrera y los antes indestructibles Dallara ahora debían cambiar de alerones cada dos por tres para regocijo de la televisión, cuya realización incluso mostró un marcador de cuántos alerones había perdido por el camino cada marca: Honda batió aquí a Chevrolet por goleada.
Entre el escaso rendimiento de Honda en Florida y la cantidad de incidentes que protagonizaron, en Andretti Autosport estarán deseando olvidar pronto esta carrera. Su mejor piloto fue Ryan Hunter-Reay, séptimo pese a irse largo en la primera curva y perder un gran número de posiciones, mientras que Andretti fue 10º, Muñoz 14º y Simona de Silvestro 18º, dejándose todos ellos algún alerón por el camino. La peor parte se la llevó la suiza al estar implicada en dos accidentes y ser sancionada, lo cual empañó su regreso a la categoría.
De Honda se puede destacar la agradable sorpresa que supusieron los coches de A.J. Foyt Enterprises. Takuma Sato fue el mejor no-Penske en parrilla, quinto, aunque cayó en carrera al 13º puesto tras recibir prestado un alerón delantero de Dale Coyne, mientras que su compañero Jack Hawksworth fue el segundo mejor Honda al terminar octavo tras Ryan Hunter-Reay.
Chip Ganassi y KV Racing estuvieron un paso por detrás de Penske pese a estar también suministrados por Chevrolet. Tony Kanaan protagonizó toda una proeza al terminar tercero y dividir a los Penske tras superar a Castroneves y Pagenaud, pero Scott Dixon terminó en una decepcionante 15ª posición y Charlie Kimball y Sage Karam terminaron la carrera doblados. En KV, Sébastien Bourdais logró acabar la carrera sexto pero el debut de Stefano Coletti fue bastante deslucido y también acabó a una vuelta del vencedor.
Luca Filippi hizo una buena carrera pese a ser uno de los que abrió la veda de roturas de alerones delanteros y logró un meritorio noveno puesto en el inicio de su temporada parcial con CFH Racing, batiendo así a su compañero Josef Newgarden (12º, tras Graham Rahal). La primera carrera de James Hinchcliffe con Sam Schmidt no tuvo un final feliz: 16º puesto tras un toque con Gabby Chaves por el que el debutante colombiano fue sancionado, aunque terminó justo tras él 17º. Los dos únicos abandonos de la carrera fueron de los dos pilotos de Dale Coyne, Carlos Huertas y Francesco Dracone.
Foto | IndyCar Series