Tranquilos, no os emocionéis porque todo parece indicar que aún tendremos que esperar a 2017 para ver a Toyota en el Mundial de Rallyes. Sin embargo, en los cuarteles generales de la firma nipona están valorando la posibilidad de disputar alguna prueba menor durante 2016 que les sirva para medir su competitividad más allá de los test realizados hasta la fecha, algunos de ellos sobre tramos en los que han competido en el WRC con el objetivo de comparar los tiempos con los actuales modelos.
Hasta que se tome dicha decisión, Toyota continuará con su programa de test (el próximo a finales de este mes de abril) con el objetivo de seguir evolucionando las suspensiones y el motor. A pesar de que hasta el momento las pruebas se han centrado en el viejo continente, la posibilidad de contar con dos unidades les permitirá en el futuro desplazarse a Argentina, para medir allí también su potencial en otro tipo de condiciones.
Hasta el momento ya se han realizado ocho sesiones de test y se espera que estas crezcan hasta las 12 en lo que queda de año. Todo ello para preparar un coche que no se espera que cambie demasiado estéticamente para 2017. El objetivo es muy conservador por parte de Toyota, ya que esperan conseguir un podio y una victoria en su temporada de debut (algo que ya consiguió Hyundai en 2014).