El gran jefe ha hablado. Lo que parecía una simple amenaza a modo de presión en la boca de Helmut Marko, significa mucho más cuando es el propio dueño de Red Bull el que lo dice. Dietrich Mateschitz ha confirmado a la prensa austriaca que si la escudería de las bebidas energéticas no consigue un motor competitivo, Red Bull podría abandonar el Campeonato del Mundo de Fórmula 1.
Inmersos en una guerra dialéctica con su actual proveedor de motores, con el que también ha mantenido conversaciones ante una posible venta de Toro Rosso a Renault, Mateschitz también ha dejado claro su evidente descontento con los franceses. Tanto, que incluso ha asegurado que si la firma del rombo no es capaz de suministrar un propulsor competitivo también debería pensar en dimitir o romper su contrato unilateralmente, abandonando la Fórmula 1 por la puerta de atrás.
Sólo nos quedaremos en la Fórmula 1 si tenemos un equipo competitivo y para eso necesitamos un propulsor competitivo. Si no la tenemos, podemos competir con el mejor coche y los mejores pilotos y aun así no poder luchar por la victoria. Renault, como fabricante tiene la tarea de entregar una unidad competitiva. Si no puede hacer eso, usted debe dejarlo
El propio Mateschitz ha desmentido los rumores que hablaban de que Red Bull podría construir su propio motor, habladurías surgidas después de filtrarse que el equipo había comprado un banco para motores.
No somos un fabricante de automóviles, por lo que no podemos justificar dicha inversión, así que confiamos en que Renault pueda cerrar la brecha con Ferrari y sobre todo con Mercedes.