Medios franceses han publicado que Renault Sports identificó el problema en su unidad de potencia 2015 y tendría que ver con el diseño de los pistones del motor V6. Tras el diagnóstico, se le informó tanto a Red Bull como a Toro Rosso que el programa para revertir el defecto se llevará un tiempo no menor a seis semanas. Sin embargo, para Bahreín esperan aplicar alguna solución provisional para que los propulsores no colapsen, tal como sucedió en China.
Esta situación representa otro capítulo en la tormentosa sociedad que Renault y la estructura Red Bull mantienen esta temporada. Es una buena noticia que se haya determinado la causa del problema, pero la mala es el tiempo a invertir y que posiblemente se gasten los «tokens» en corregir y no en avanzar, en cuanto al desarrollo de la potencia. Cyril Abiteboul, responsable de Renault Sports F1, manifestó que las seis semanas de espera son necesarias porque se debe retornar a la mesa de diseño, fabricar las nuevas piezas y posteriormente someterlas a pruebas.
Por su parte Christian Horner, jefe de Red Bull, declaró que esta dura situación hay que vivirla y tratar de superarla para crecer como equipo. Explicó que dejar solos a Renault o exponerlos públicamente a la vergüenza no ayudaría en nada sino al contrario, estarían enviando un pésimo mensaje a los proveedores interesados en Red Bull.
Debemos mirar a Ferrari, ellos han demostrado que se puede cambiar una mala situación si se tienen metas y una dirección clara. Si nos fijamos en los hechos, no es un gran momento para nosotros, pero Renault es una gran empresa con gente muy capaz y una larga historia de éxito en la Fórmula 1. Podemos avanzar juntos. En este momento nada está funcionando, pero vamos a ayudar a Renault a solucionar sus problemas, esa es nuestra máxima prioridad ahora mismo.
Vía | grandprix427
