Tras la escandalosa debacle del Gran Premio de China y las recurrentes quejas públicas de la escudería Red Bull, ha sido el propio Carlos Ghosn, presidente de Renault, quien se ha manifestado para explicar la situación de la marca con respecto a la Fórmula 1. En primera instancia, Ghosn informó que el objetivo principal de Renault es retornar al camino de las victorias como proveedor de Red Bull, descartando un proyecto para montar equipo propio o incluso retirarse de la categoría.
Ghosn se reunió en París con su tren ejecutivo para informarles del nuevo enfoque en la Fórmula 1, ya que los pésimos resultados se traducen en publicidad negativa para la marca. Aunque los ingenieros de Renault, al parecer, han encontrado los defectos en el motor, no es menos cierto que los pilotos, tanto de Red Bull como de Toro Rosso, han utilizado casi todos sus propulsores, y ni siquiera se ha disputado un tercio del campeonato; así que las sanciones parecen inevitables.
El presidente de Renault también señaló que esperan limar asperezas con sus clientes, trabajando en conjunto, porque es la mejor opción para avanzar. Se trazó como plazo la mitad de la temporada para evaluar el rendimiento de la nueva versión del propulsor, ya revisado y corregido. Admite que el 2015 ha representado un salto hacia atrás en todos los términos, pero abandonar la categoría tendría consecuencias negativas a nivel comercial.
Vía | auto motor un sport