Que levante la mano quien no se haya preguntado, viendo las prestaciones de Kimi Raikkonen, ¿qué habría hecho Fernando Alonso el domingo, de conducir un Ferrari? La pregunta es tan involuntaria como necia, pero es que viendo cómo Ferrari pudo haberse llevado la victoria gracias a Kimi Raikkonen si los hados se hubiesen puesto de acuerdo, por una vez, para dar un empujoncito al finlandés. Unos pequeños errores menos, una gestión del tráfico un pelín más rápida, entrar a boxes una vuelta más tarde en el primer stint y quizás dos antes en el segundo y último… A Lewis Hamilton le faltó un pelo para perder la carrera.
BBW fault!
En las últimas vueltas de carrera, a Lewis Hamilton le comunicaron por radio que el brake by wire estaba fallando. Imaginad la ansiedad que pudo experimentar el inglés (llegó a ceder 7 décimas en un solo sector, el primero), sabiendo que Raikkonen llegaba desatado, tras adelantar a Rosberg por culpa de un fallo en los frenos, ni más, ni menos. Posiblemente pensó que, para dos vueltas (creo) que faltaban, podría perfectamente ceder algún segundo por giro para cuidar el BBW. Le fue por un pelo, exactamente por 3,380s, la diferencia con la que cruzó por meta delante del finlandés. Lógicamente, con lo que quedaba de carrera era virtualmente imposible que el de Ferrari alcanzase a Hamilton… a menos que antes hubiesen ganado algunas décimas extra, o una vuelta entera extra (entrando no tan tarde en el último pitstop).
Son cosas que no se pueden saber, que no merece la pena remover, pero curiosas para pensar un rato. La victoria de Iceman estuvo a punto de ser real. Ritmo no les falta a los dos Ferrari. En Mercedes tenían problemas claros con los frenos. A Raikkonen le sobraba ritmo con los neumáticos duros, pero algo fue insuficiente para dar caza algo antes a Rosberg, y para tener más neumáticos al final de la prueba.
Ferrari está ahí, cerca de Mercedes, metiendo presión. Es la única escuadra que puede decir eso, a día de hoy, porque ni Williams (promesa en 2014, perdida en 2015), ni RedBull (que en manos de Ricciardo ganó 3 carreras en 2014, y lucha por su dignidad en 2015) están en condiciones de hacer nada remotamente parecido. Y vemos a Vettel (menos el domingo pasado) y a Raikkonen con muy buen nivel. El caso de Raikkonen es curioso, porque si bien la comparativa con Alonso, en 2014, fue clara en cuanto a resultados y tiempos, en 2015 la motivación puede jugar un papel fundamental. En Raikkonen, se nota ese matiz.
La pregunta es, ¿cuándo puede llegar la primera victoria de Ferrari este año?