La semana pasada, Helmut Marko manifestó que el novato holandés no es negociable, con el fin de evitar que otros intereses comiencen a danzar en la cabeza del piloto y le hagan perder sus horizontes, cuando ni siquiera ha completado una temporada. No obstante, es el mismo Marko quien ha asomado la posibilidad de ascender a Verstappen a Red Bull en 2016, como reemplazo del ruso Daniil Kvyat. De allí que el propio Max Verstappen saliera a declarar que su interés está en el presente con Toro Rosso pues desconoce su destino.
Se entiende que la presión sobre Daniil Kvyat es enorme, tras solo una temporada en Toro Rosso fue solicitado desde Milton Keynes para ocupar el lugar de Sebastian Vettel, y si en la ecuación entra el desastroso rendimiento del propulsor Renault y las destacadas exhibiciones de Max Verstappen, entonces todo el panorama se complica para el piloto ruso de 21 años que apenas está iniciando su segundo año en la Fórmula 1.
Pero resulta innegable que el talento de Max Verstappen es algo inusual. Más allá de lo desconcertante que parezca un piloto de 17 años en la Fórmula 1, el novato ha mostrado una capacidad apta para grandes desafíos, y en Red Bull entienden lo que deben hacer al respecto. Hasta ahora, la promoción pareciera estar asegurada, pero el hijo de Jos Verstappen prefiere no ambicionar con anhelos de grandeza para enfocarse en el presente; centrar su atención en hacer correr el Toro Rosso para acumular experiencia.
Creo que los otros pilotos se dieron cuenta que la edad no importa sino la capacidad para ir hasta el límite. Sé que me he ganado el respeto de todos. Mi objetivo no es soñar con el futuro sino hacer lo mejor que pueda para Toro Rosso. Luego veremos que pasará.
Vía | omnicorse