El francés admite que su temporada pasada resultó un calvario a nivel personal y profesional, en 19 carreras solo pudo puntuar en dos de ellas y llegando a meta en octavo lugar. Tras semejante precedente, creyó que este año tal vez sería igual, pero una vez que probó el E23 las sensaciones fueron diferentes. En apenas cuatro carreras ya ha sumado puntos en par de ocasiones, igualando lo hecho en 2014, por ello considera que la sombra del recalcitrante E22 se ha esfumado.
Entrevistado por la publicación alemana Speedweek, Grosjean manifestó que jamás entendió el funcionamiento del E22 ya que además de resultar inmanejable carecía de potencia, era demasiado frágil y en extremo complicado para poner a punto. Confesó que odiaba al particular coche asimétrico porque detuvo su proyección como piloto y lo puso a pensar sobre sus posibilidades para 2015.
Me siento tranquilo y un poco feliz porque con el actual coche tengo opciones de alcanzar puntos. Es bueno regresar, entender los neumáticos, luchar por posiciones, es muy diferente a lo que se hizo el año pasado. Por lo menos entiendo al E23 desde el primer día. Hay una gran diferencia respecto al E22 que hacía lo que quería y nunca hallamos respuestas a sus reacciones. Realmente odiaba ese coche.
Vía | speedweek