Aunque es obvio y un poco tarde para admitirlo, el piloto finlandés expone su caso como ejemplo de malas decisiones cuando se trata de permanecer en la Fórmula 1. Tras debutar en 2007 con Renault y luego pasar a McLaren, donde ganó en el 2008 el Gran Premio de Hungría, optó en el 2010 por ir a Lotus Racing, el equipo de Tony Fernandes que posteriormente se llamaría Caterham. Allí se detuvo su carrera y, a pesar de mantenerse fiel a la escudería verde durante tres años, hoy confiesa que no debió permanecer tanto tiempo unido a un proyecto en el cual todo era promesa y nada realidad.
Kovalainen, quien actualmente compite en el Super GT japonés, rememoró en una entrevista su paso por la Fórmula 1, sus grises temporadas en Caterham y lo difícil que resultó adaptarse al Lotus E21 de Kimi Raikkonen para correr en los dos últimos Grandes Premios de 2013. Cuenta que en 2011 recibió algunas ofertas interesantes de otros equipos pero decidió permanecer en Caterham, situación que lamenta porque fue dejado en libertad a final de 2012, reemplazado por el piloto holandés Giedo van der Garde.
Manifestó que los tres años creyendo en el proyecto Caterham ha sido su mayor error profesional pues la desaparición del equipo, en quiebra y sin puntos, resultó la confirmación de su pésima decisión.
A finales de 2011 tenía algunas ofertas para irme a otro equipo pero decidí permanecer donde estaba. Tony Fernandes me prometió que estaríamos arriba con mi ayuda, así que me comporte de forma leal, fue una decisión equivocada. Pero la mayor decepción era observar el comportamiento del equipo cada año. Cuando me informaron que ya no contarían conmigo ni siquiera me agradecieron por mis servicios sino que me enviaron un mensaje de texto informando que me reemplazaban por un piloto de pago. Eso fue todo.
Vía | motorsport total